Acabo de leer el escrito sobre Antonio Petit y me he quedado muy triste, no logro entender el motivo que lleva a los directores y al propio prelado a actuar con esa crueldad, porque no es falta de humanidad o poco espíritu cristiano, es querer hacer daño a una persona enferma que como tal se debería tratar con más cariño.

Muchos hemos contado en esta web nuestra experiencia opusina y de vez en cuando aparece algún escrito recriminando esa iniciativa, dicen que estamos amargados, que somos unos resentidos, que perdemos el tiempo... A esos que nos dicen esas lindezas les preguntaría como se les queda el alma después de conocer lo que vivió y sufrió Antonio Petit, y si no se les encoge de pena es que aunque parezcan personas ya no lo son a lo sumo son robots programados: incapaces de sentir y pensar por si mismos  ni un poquito.

Espero que pronto se descubra al lobo con apariencia de oveja que en realidad es el opus, esto para los que escriben diciendo que el opus es algo bueno. De algo bueno no sale semejante forma de actuar como la que han tenido con Antonio Petit. Espero que los defensores del opus sean capaces de mirar de frente situaciones como la descrita en el escrito al que me refiero y no contribuyan con su omisión mirando hacia otro lado a que las cosas sigan como están. 

Saludos a todos y especialmente a los que conocistéis al buen sacerdote Antonio Petit.  

Mabel