El amor y la felicidad según el Opus Dei.- IgnaciodeLoyola
Fecha Friday, 20 April 2007
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Sólo quería aportar una aclaración importante a mi correo anterior. Lo que se debería investigar en el Opus Dei desde un punto de vista antropológico (referido al ser humano), es si su concepción – incompleta teológicamente, hay que decirlo – de la “santidad” (concepto de origen teológico – por ello era necesario aclararlo) contribuye a incrementar el nivel personal y colectivo de “felicidad humana” (concepto esencialmente antropológico, y aspiración fundamental del ser humano), en el derecho fundamental a ello de la persona, dentro de su propia organización, y en la sociedad en la que actúa.

 

Creo que es importante ver las cosas de esta forma, desde el ser humano. Cuando se hace demasiada teología, olvidando en ello al ser humano, se acaba perdiendo de vista lo esencial. Lo que el sistema del Opus Dei hace, por eso mucha gente no consigue entender lo que ocurre, es servirse de una naturaleza humana preexistente (con su “estructura empírica” propia, y sus aspiraciones de felicidad), y con su forma bastante particular de hacer las cosas, de entender la “santidad” (según un ideal religioso, exclusivamente ascético – no habría que excluirlo del todo, sino siempre actuar con discernimiento), acaba generando patologías entre sus miembros.

 

Cuando uno lee los centenares de testimonios que hay en este sitio, creo que se puede descubrir, que en este aspecto hay aquí un importante problema para la Iglesia.

 

Creo que esto debería preocupar enormemente al Papa Benedicto XVI, porque contradice frontalmente el contenido de sus propias Encíclicas: sobre todo la primera, Deus Caritas Est (“Dios es Amor”). La forma sectaria de actuar del Opus Dei, en su idea de la “santidad” (que no está a la altura de los tiempos, y de los avances realizados por el Concilio Vaticano II – *véase el anacrónico Catecismo de la Obra), sí que ha envenenado el ‘eros’ y ‘agape’ entre sus miembros. Todo esto hace que si el Papa no actuara pronto en este asunto, podría quedar en entredicho para la sociedad, en la imagen que se está presentando de la Iglesia, hasta el contenido de su propia teología. Como él es conocido mundialmente como un gran teólogo, no creo que le interese la posibilidad de que esto llegara a ocurrir.

 

Finalmente, lo que se ha llamado “carisma fundacional” (con tanto discurso aparentemente inteligente de “Derecho canónico” – también otro discurso que ha sido pervertido), la vocación a la santidad, es algo que pertenece a la Iglesia (todos estos carismas deberían nacer en el seno mismo de la Iglesia), a la teología que ha ido desarrollando, y no al intento de apropiación hecho por el Opus Dei. Personalmente, después de todo lo que he visto, de tantas confusiones en la dimensión humana, dudo mucho de que el Opus Dei haya tenido jamás un carisma propio.

 

Un saludo para todos, y disculpadme por estas reflexiones.

 

‘IgnaciodeLoyola’.









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