A mis amigas numerarias.- Books
Fecha Wednesday, 11 April 2007
Tema 040. Después de marcharse


Hola!

Aunque alguna vez me olvido de hacerlo, quiero dejar claro que cuando escribo, lo hago sin la intención de emitir juicios. Expreso mi opinión personal,  con lo cual puedo estar equivocada o no, pero no por ello deja de ser un testimonio menos válido.

Cuando estaba en la Obra nunca hablábamos "en público" de las personas que se habían ido  ni  en la  tertulia, ni en el comedor, ni en un rato de esparcimiento cuando nos encontrábamos reunidas un grupo de numerarias.

Rara vez ví a una exmiembro pisar un centro del Opus Dei. Si ésto ocurría se hacía a modo de excepción y se procuraba que no se "paseara mucho" por la casa.

Desde que estoy fuera han sido contadas las veces que he mantenido una conversación más o menos larga con numerarias que permanecen en la Institución.

En unas ocasiones estas personas lo han hecho, con el uso de la "libertad" que les otorga su cargo, su probado "buen criterio", su "indiscutible" fidelidad, su pasotismo "limitado".

Un par de veces he quedado para tomar un café con numerarias que no responden a ninguno de los casos expuestos anteriormente. Estas personas han tenido que hacerlo a escondidas por temor a ser vistas.

Son personas con caracter más débil, con una personalidad menos hecha, con una vocación menos "probada" o vacilante, sin ningún cargo de gobierno. En el Opus Dei no confian en ellas. Aunque lleven 20 años "perseverando", se les impide el roce con las que se fueron. Las que gobiernan temen que se dejen influenciar por las infieles.

Yo me pregunto ¿Es así cómo demuestran la confianza que tienen en sus vocaciones?¿Pretenden evitar que se contagien del "virus" de la libertad de pensamiento, de decisión, de libertad?¿Es posible que año tras año sigan actuando del mismo modo? ¿Porqué ese temor  al contacto?

Hace algún tiempo (este año) estaba tomando una cerveza con una amiga exnumeraria. Sonó su móvil. La llamaba una numeraria desesperada. Quería quedar con ella para contarle su problema pero le "rogó" que se vieran en un lugar recóndito, donde no hubiera testigos de su encuentro.

El Fundador del Opus Dei decía que "confiaba más en un hijo suyo que en 100 notarios (o 1000, no recuerdo el número). Por lo visto es algo  que no han llegado a tomar en serio los que recibieron su herencia.

Animo a los pastores a que dejen saltar un poco a su rebaño. Los animo a que no tengan miedo  a perder vocaciones ¿De qué les sirve que haya miembros  con una vocación tan débil, que se pueda ir al traste, por el hecho de relacionarse con personas que se fueron? Es triste pensar que estos métodos los utilicen para que las cifras se mantengan. Así lo más probable es que la barca se hunda o que las ovejas se escapen. Es igual de triste que personas maduras persistan en semejante engaño y vivan tan felices.

Un abrazo virtual para las numerarias a las que quiero y a las que me gustaría abrazar personalmente. Espero que se puedan meter en Internet, sin vigilantes, y que  al menos puedan recibir mi cariño informático.

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