Llegué a esta página como otros muchos, por casualidad.

Al principio me sorprendió bastante, pero a medida que pasaba el tiempo he ido profundizando sobre los testimonios que aquí aparecen.

Me ha costado decidirme pero finalmente quiero compartir con todos vosotros mi experiencia personal.

Mi historia es la siguiente. Soy de una familia católica y mis padres querían para mi una buena formación, no solo desde el punto de vista humano sino también desde el punto de vista espiritual.

Toda mi formación escolar hasta la Universidad la hice en un Colegio de Fomento.

Era más o menos brillante en mis estudios y después de algunos años yendo por un Club de Jóvenes de la Obra, efectivamente y como muchos de los que aquí habéis dejado vuestros testimonios, a los 14,5 años pité como numerario, solicitando la Admisión en la Obra.

Empezaron (continuaron) los medios de formación y poco a poco me fui integrando en "la vida de familia" y conociendo aspectos sobre los que inicialmente no tenía ni idea (imposibilidad de ir al cine, entrega total de los bienes económicos, etc...).

Curso anual el primer año, Admisión, Curso Anual el 2º año y antes de hacer la Oblación empezaron mis dudas.

Finalmente decidí no hacer la Oblación y ahí se terminó mi pertenencia a la Obra.

Este es el resumen de mi paso por la Obra.

De mi paso por la Obra tengo que decir que mantengo muy buenos recuerdos. No tantos desde el momento en qué decidí no hacer la Oblación.

En cualquier caso lo que quiero dejar es mi visión de algunas cuestiones:

1.- Para mí, no es aceptable que una persona con 14,5 años tome una decisión de la trascendencia que tiene decidir la vocación personal y menos aún, que le empujen a tomarla con esa edad.

¿Qué pensaría cualquiera de nosotros si un hij@ nuestro nos dijera con 14,5 años que se quiere casar o incluso que tiene novi@ y es la persona con la que va a compartir el resto de su vida ...?. Pero voy más lejos, ¿qué pensaríamos si nos lo dice con 15, 16, 17, ... a partir de aquí efectivamente tenemos mayoría de edad ... pero?

El hecho de tomar una decisión de este calado y en general cualquier otra a esa edad, es casi una garantía total de fracaso.

¿Qué porcentaje de personas que solicitamos la admisión a esa edad, continúa siendo de la obra después de ... años?

2.- Actualmente desconozco si seguirá siendo así pero cuando yo tomé la decisión de no hacer la Oblación, en términos generales y siento generalizar, cualquiera de las personas con las que hablaba se encargaba de transmitirme un sentimiento de culpabilidad fuera de lo normal y fui sometido a un acoso desproporcionado para intentar por todos los medios retenerme casi "a cualquier precio".

¿No sería más Cristiano apoyar al que se encuentra en esa situación, rezar por él para que tome la mejor decisión y en el caso de que finalmente decida salirse y sin tener que hacerlo por "la puerta grande", tampoco lo tenga que hacer "por la ratonera"?.

3.- En relación a esta página y después de leer innumerables testimonios mi posición es, que tan respetable es una opinión como la otra.

Cada uno de los que hemos pertenecido a la Obra en algún momento de nuestras vidas, hemos vivido de manera diferente nuestro paso por ella. Personalmente y a pesar de los malos momentos vividos (principalmente y como os he dicho a raíz de tomar mi decisión de no seguir adelante), mi balance final no ha sido malo, pero entiendo perfectamente a las personas que habiendo pasado por circunstancias totalmente diferentes a las mías estén dolidas con la Institución. Creo que esta página es una ayuda para ellas y seguramente encuentren una comprensión o amparo que no han recibido o no están recibiendo por otro lado.

También puede serlo para aquellas personas que se encuentran actualmente en la tesitura de tomar la decisión de seguir adelante o no seguir.

Por eso creo que el Opus Dei tiene no solo la responsabilidad, sino también la Obligación Cristiana de ayudar a que todas las personas que por cualquier razón decidan salirse de la Institución, lo hagan sin sentimiento de culpabilidad y no al contrario, hacer todo lo posible para que su salida implique un sentimiento de culpabilidad que en algunos casos y no es el mío afortunadamente, se ha llegado a pagar con enfermedades graves o incluso suicidios.

4.- El blanco o el negro. Creo que este es uno de los aspectos que menos me gustan y siento nuevamente generalizar, de las personas que pertenecen a la Obra.

A mí, mis padres me educaron en el convencimiento de un total respeto a las ideas de los demás. El hecho de que yo piense de una determinada manera no significa que el que tengo enfrente que piensa de manera diferente, esté equivocado o su opinión tenga menos valor que la mía. Simplemente es diferente y nos debemos un respeto mutuo.

5.- La capacidad de autocrítica: En el mundo actual, cualquier organización de cualquier índole que quiera mejorar debe estar sometida a una Autocritica que le permita identificar sus areas de mejora. ¿Realiza el Opus Dei algún ejercicio de Autocrítica en alguno de sus estamentos ya sea en el ámbito personal, institucional, etc...?

No quiero alargarme más, pero si me gustaría pedir a todos los que participamos en esta Web que mantengamos el respeto por las opiniones y circunstancias de los demás ya sean en una dirección o en otra, entre otras cosas porque desconocemos la realidad que a una persona le ha llevado a tener el punto de vista que tiene respecto aspecto o situación concreta.

Saludos para todos,

Yoda.