Mª Pilar Fernández-Giro, la última que insulta antes de Semana Santa.- Daniel M.
Fecha Wednesday, 28 March 2007
Tema 140. Sobre esta web


María Pilar, la web existe desde hace varios años. Gracias por darnos tu opinión insultante sobre lo que “inunda nuestro corazón”. Ni el “pareado” tapa el insulto, tan poco culto, y aunque escurras el bulto, te digo: aunque la mona se vista de seda, mona se queda (caramba, también me rima, ¿estará que trina, la niña?).
Por favor, Maria Pilar, repásate el concepto de juicio temerario y el contenido del octavo mandamiento de la Ley de Dios, que podrás encontrarlo muy bien explicado en el tomo de “Moral especial” de Aurelio Fernández (Editorial Rialp)  
Has ejercido tu derecho a opinar, y además se ha publicado en la web.  Ya sabes que ni la web oficial de la Prelatura, ni ninguna de sus páginas afines permiten una sola opinión discrepante de nada de lo que ellas afirman. Además, tampoco se acepta que ningún miembro –de ninguna categoría- ose discrepar de la línea teológica, canónica y reglamentaria que establezcan las autoridades superiores de la Prelatura. Digo esta realidad –que está acreditada con diversos testimonios en esta web y que yo he experimentado en un par de ocasiones mientras estuve dentro- para que la conozcas.
A ver, discrepar de algunas reglas, conceptos, comportamientos institucionales… no es odiar a la Prelatura ni a ninguno de sus miembros, ni tener mal espíritu. Aunque Dios esté detrás de la Prelatura, eso no quiere decir que no haya aspectos mejorables en ella. Te animo a que conozcas la historia de la orden benedictina y verás los sucesivos cambios que tuvo, bajo el impulso de diversos santos. Esto también lo quiere o permite Dios. La misma Iglesia ha ido evolucionando, aún manteniendo la misma fe esencial que nos enseñó Jesucristo y sus sacramentos. La realidad de la creación material y espiritual es dinámica y no estática.
Yo no sé si alguno de los que colaboran aquí llegará al odio, santos sólo los hay en el cielo. Pero yo creo que más bien muchos respiran por las heridas provocadas por ciertas reglamentaciones o conductas funcionales de la prelatura. Heridas de las cuales la prelatura nunca pide perdón (no vale el texto del Prelado en libros tipo “Opus Dei” de John Allen; el perdón se pide individualmente a la persona ofendida y se repara con ésta, no en plan generalista y lanzando la petición al viento).  
Para amar a Dios, hay que amar a los hijos de Dios, y para amar a éstos, hay que respetar su dignidad de hijos de Dios. (Y seguro que en esto todos podemos mejorar, incluso tú que calificas como llenos de odio a los corazones de los que estamos aquí)
Otras personas –al igual que en tu caso-, se han dedicado mayoritariamente, a lanzar su opinión insultante y salir corriendo. Creen que firmando con su nombre queda mejor lo que dicen. La verdad es que nunca les interesa dialogar. Es que no era su virtud (otros dirán que no es la de los participantes de esta web, ¡qué se le va a hacer! –como diría D. Álvaro-)
Seguro que, como ya sabes, la tolerancia no es sólo respetar a aquellos que tienen una opinión distinta a la tuya. Va más allá, es estar dispuesto a aceptar que puede haber algo de verdad en lo que ellos dicen. Es la capacidad de ser receptivo y estar abierto a lo que pueda haber de veraz y real en esas ideas ajenas que pueden complementar a las que yo tenga en la mente. Tolerancia no es tener la mente cerrada a los que no opinan como nosotros (salvo en temas de fe, que se pueda entender que sólo sigas lo que diga la Iglesia y enseña Jesucristo) Por supuesto para dialogar es necesario ser antes ser tolerante, abierto a la verdad, para ser cooperadores de la verdad (lema de Benedicto XVI, por cierto)
Te digo esto, porque a ti como a otro/as colegas tuyos (sean o no de la Obra) pecan en general en este aspecto. Confunden la Fe, creer en la Iglesia, en el Credo… con creer en el Opus Dei o en la palabra de Escrivá. Pues no, la fe es en Cristo, en Dios, no en un santo determinado. Estos colegas tuyos tienen una visión petrificada e inmutable de la Obra, de su imagen inmaculada, su verdad dogmática, y no quieren aceptar que otros –ex-miembros- puedan tener también una imagen algo diferente de lo maravilloso que ellos tienen tan bien implantado en su mente.
Recuerdo a un buen cura –primero numerario y luego cura de la prelatura- que sobre los canonistas que discrepaban de las teorías de la Prelatura consideraba que “no querían a la Obra”. Es cierto que le influía una serie de experiencias desafortunadas con otros curas de la diócesis y eso podía llevarle a no darse cuenta que se puede tener una visión distinta de la Prelatura y no estar en contra –u odiar- a esta. Yo no la odio, pero tiene ciertos aspectos que son mejorables… y ya he expuesto algunas en otros escritos.
En fin, que decir la parte de la realidad que otros no ven (o no quieren ver) y que por la repetición de múltiples testimonios de esta web se puede considerar verosímil, no es odiar a la Prelatura. Tampoco es ver sólo la parte cóncava en vez de la convexa –como dijo en una entrevista al semanario Alba el Vicario regional en España-. Es que la realidad incluye las dos partes, no sólo una.
En fin, no sé si te vale estas ideas. Posiblemente, no estás interesada en lo que te puedan decir, sólo en dar tu visión de las cosas. Si es así, eso sí que es intolerancia…Pero te animo a que crezcas espiritualmente, (previo paso por el confesionario para purificar este mal pensamiento que nos enviaste por correo. Estamos en Cuaresma, guapa; se acerca la Pascua, ocasión de llenar el alma con la gracia de Cristo. No la desaproveches)
Atentamente,
Daniel M.








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