Opus Dei o la llamada al cinismo.- Bolturina
Fecha Wednesday, 28 March 2007
Tema 100. Aspectos sociológicos


El  Opus Dei es , ya,  el más certero  tiro  por la culata de la historia de la Iglesia en  el  siglo  XX y no  hay  duda de que es y será en  este siglo la mayor  estafa espiritual que se ha visto. No  existe por mi parte evidencia alguna de que el  Opus Dei vaya a cambiar. Por eso  no  existe ni  expectativa ni  frustración  alguna. En  otro  artículo  de Bolturina se quiso  demostrar que la institución vive condenada a su propia destrucción, encadenada a una contradicción que está acabando con  ellla .

No  tiene sentido para mí  discutir sobre si se reformará o  se abrirá. No. Mi  artículo pretende ser descriptivo  y no  valorativo. No  expreso  una opinión  y hablo, o intento, con la exactitud del  científico. El  OD jamás ha cumplido  todos sus supuestos principios. Ni  trabaja en  medio  del  mundo, ni le interesa atraer a los mejores, ni sus cabezas son distinguidos por su  sabiduría moral o  ejemplo  de vida virtuosa, ni hay  respeto  alguno  por la libertad de ningún  tipo ni descollan  en ningún lado. Posiblemente, un  segundo, un único  segundo,  el  fundador vio lo  que era el  OD pero  su visión  duró... un  segundo. Inmediatamente despúes empezó  a separarse de lo  que debió  ser.

Desde entonces el  OD vive instalado en  el  más increíble cinismo moral  de la historia de la iglesia. No  exagero. No  me interesa ni  despreciar ni denigrar al OD. No  tengo  ese motor en mi  vida ni  me atrae. Describo lo  que los hechos cantan por sí  solos. Nada hay de exagerado  en la experiencia personal  de tantas  personas del mundo  que de manera espontánea desean  abrir sus almas para narrar el  común  denominador de  decepción, mediocridad, servilismo, fatuidad , hipocresía, gloria vana, bajeza y mentira que el  OD deja a su paso. Imposibles ponerlas de acuerdo  a todas. Sólo  lo  vivido  como evidencia de verdad, la verdad de que el  OD es cinismo en  estado puro, puede convocar a todo  el que desea escribir en  esta página.  La conspiración o  el rencor no  ponen de acuerdo  a  personas de todo  el mundo. Más bien es la necesidad de desenmascarar la superchería en que el  OD vive lo  que es necesario  gritar a los cuatro  vientos. No importa si  la institución no  quiere ver o  saber. Un día antes de decretar su  defunción creerán  que vivirán por siempre.

Al  Opus Dei  hay que agradecerle, de todos modos, su única contribución. Que inspire un sentimiento  difícil  de sentir para el común  de los mortales. Porque hace falta sentir piedad por aquellos  que con más de 40, 50, ó  60  años no conocen  otra cosa que su  personal  historia de frustraciones y de mentiras que ha sido  su  vida en la institución.

El OD creyó  que nació para ocupar el  centro  de la escena. De todas las escenas. Se autoconvenció que era la más formidable vida por vivir. Todos pendientes de ella, se sentirían  atraídos por tan  excepcional  modo  de vida. Con  un falso  complejo  de superioridad que sólo  sienten  quienes realmente tienen complejo  de inferioridad y de inseguridad y con la necesidad de mostrar al mundo  que eran normales se hizo  evidente que eran unos raros anormales, inseguros y acomplejados. No  tardarían  mucho los normales en  darse cuenta de  que semejante papel era el  camino  a la nada. Mejor irse lo  antes posible. Deserción  de los mejores, muerte a la inteligencia, manoseo de conciencias, doble vida, apariencia, forma de cohonestar sus conciencias quienes no  la tienen, incoherencia, hace falta seguir? El  OD merece una severa crítica. Y crítica destructiva. No  existe  crítica  mereciendo tal  nombre que sea constructiva. Y el  OD, hoy  por hoy, es mentira sobre mentira. O vuelve a nacer o  mejor que deje de hacer daño. Creo  que el mejor servicio  que se puede hacer en  conciencia a quienes viven  ciegos es describirles la mentira en la que viven , su  ceguera vital. La lealtad a uno mismo, a lo  mejor de uno  mismo, exige dejar de ser fiel al  cinismo y a una obediencia indigna. Y es el  primer paso  para ser feliz.

Monsieur Echevarría, produce lástima verlo  hablar.  Es el  fruto  de una vida dedicada al  cinismo. Lo que tuvo  de bueno  el  OD se debió, sin  duda,   a quienes tuvieron buena fe mientras no  se percataron de la superchería. Los  que siguen instalados en el  cinismo como  Monsieur Echevarría dejan  claro que vale la pena irse lo  antes posible.

Bolturina









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