Aunque me propuse no escribir por un tiempo, queridos amigos y amigas de esta web, no me resisti a meter mi bocadillo respecto al tema que saco Dulce a relucir. Sera que la pregunta hizo saltar en mi algo, que aunque pasaron unos años, sigo viendo como un nudo marinero.

Afortunadamente, por mi familia, educación y el Espiritu Santo no deje de ser catolica al irme del opus, pero por muuuucho tiempo no pude pisar una iglesia, asistir a misa los domingos, ni acercarme a menos de cien metros de un sacerdote (menos si llevaba una sotana negra inmaculada, demas esta decirlo).  Por mucho tiempo tuve una gran contradicción: por un lado me sentia en falta con Dios ( escrupulos, formación del opus?) y por el otro me sentia traicionada por Dios.  Peor que eso, le tenia miedo, pavor. Me entregue a Dios (a Dios?) cuando era una "niña" de 15, pensando en Dios como mi padre infinitamente comprensivo y misericordioso y llegue a mis veintitantos con una imagen de un Dios tirano y egoista. Y el tema de la vocación: ¿existe realmente?¿Es dada por Dios?  y una lista larga de etc. Pero esto ultimo, se los cuento en otro envio.

Pero no queda todo en en el ambito estrictamente sobrenatural. Cuando regrese a la casa de mis padres, mi casa, me insistieron ( me rogaron) que comenzara un tratamiento con una psicologa conocida por mi familia. Esto para mi fue como ver la vaca despues de quemarme con leche. Ademas de mi falta de conocimiento y experiencia en el tema, esto me recordaba mucho a la tan querida y nunca tan bien conocida Charla Fraterna o Confidencia. Asisti al "tratamiento" durante dos años pero la pobre psicologa no consiguio agarrarme en absolutamente nada. Yo le saltaba a la pobre con cualquier tema peregrino, nada que tuviera que ver con mi vida personal o la depresion que tenia. Me sentia, otra vez, frente a una extraña que decia que iba ayudarme, que podia confiar en ella, que nada de lo que dijera iba a salir del consultorio. Como era de esperarse tuve que abandonar el tratamiento, no porque no tuviera ganas de salir adelante, sino porque me fue imposible confiar en otra persona que no fuese de mi familia.

Como podran deducir, lo mismo me paso con mis amigas, aunque con el tiempo fui soltandome y de a poco voy contandoles y confiandoles cosas.

Creo que mi relato visto desde fuera y por alguien que no paso por lo mismo suena a locura,  fobia social, paranoia, o cosas parecidas. Le contesto a Dulce: deje de ser catolica al irme del opus: no. Pero si que tengo que volver a empezar y esta vez, desde mi convicción personal, siguiendo mi conciencia y no el "consejo" de nadie que me hable en nombre del mismisimo Cristo. Porque al final del camino, por suerte, solo nos encontramos con El.

Gracias a todos por la oreja desinteresada.

Que la Virgen nos cuide a Todos siempre.

Omega