ATRAPADO SIN SALIDA.- DL
Fecha Monday, 26 February 2007
Tema 070. Costumbres y Praxis


Hoy recordé el último centro “de mayores” (mayores de 45) en el Opus Dei donde me mandaron a vivir para que no se notara mi vuelo a la libertad.
 
Mis recuerdos vinieron a la memoria porque ví una de las tres películas que han conseguido un Oscar en las célebres categorías de mejor actor, mejor actriz, mejor guión (adaptado), mejor película y mejor director:  Atrapado sin salida (1975), de Milos Forman.   McMurphy (Jack Nicholson) es acusado de un delito y cumple una larga condena en prisión, decide fingir locura para apaciguar los ánimos y logra que lo trasladen a una institución siquiátrica. Allí  advierte que sus nuevos compañeros son unos seres sometidos que han olvidado su identidad, que han vuelto a ser niños por la fuerza. McMurphy, el niño rebelde, pone en duda el sistema y la enfermedad mental de los pacientes. Motiva a los resignados hombres a reclamar sus derechos y su independencia, frente a la rigidez de la enfermera Ratched (Louise Fletcher), ‘uno de los antagonistas más odiados en el cine’, una mujer solitaria ávida de pasión, que reta a McMurphy sin mesura. Terapias de grupo,  medicamentos y psiquiatras son algunas de las represalias utilizadas por la institución para controlarlos.
 
Cualquier semejanza les aseguro que NO ES MERA COINCIDENCIA.  Yo misma constanté que los patos les tiraran a las escopetas.  A la edad de 50 años, "nuerarias mayores"  lo único que "les confiaba" la Prelatura -por que los cargos de dirección son para las jovencitas-, era llevar un grupos de supernumerarias y limitarse a dar consejos matrimoniales sin saber que es eso-
 
 En ese centro, en una casa unifamiliar que no cumple con el reglamento de construcciones que exige la ley. Viven casi 20 personas. Pocas se levantaban a la oración de la mañana y en las noches practicamente solo las auxiliares y el consejo local estaban en la tertulia.   En ese Centro que quería aparentar "tono humano", en realidad faltaban recursos económicos. Me parecía inhumano que los directores  retardaran su “subvención”  para medicinas y las raquiticas "ayudas de familia" a madres enfermas o padre hospitalizado.  No importaba que pasaran de 70s se le motivaba para que siguiera ganando dinero o pidiendo donativos a sus familiares, sobrinos que prácticamente ni las recordaban.   
 
Su "maxima felicidad" ver una película en la TV.  No se daban cuenta de nada, ni siquiera de su falta de sentido de la vida.  Sinceramente es patologico hacerles creer que basta  su resistencia en la institución para la salvación… o en palabras de una de ellas: donde ir que más valga?... tomando pastillas para depresión y con la permanente tensión de “aparentar” buen espíritu.  Recuedo particularmente una que tenía una depresión de dar pena, pasaba meses en cama... de repente le diagnosticaron cancer en el utero y a partir de entonces -aunque suene ridiculo- cobró razón de ser su existencia, se volvió apostólica, servicial, simpatica y era como una niña que quería  ser santa de estampita.
 
Cómo hacerles ver que la libertad y responsabilidad dada por Dios no se puede comodamente endosar a un tercero? 
 
DL








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