Respuesta a curiosidades.- Fede
Fecha Tuesday, 17 February 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


Respuesta a curiosidades

Me interpela atp sobre unas curiosidades que tiene (5.02.2004). Contesto para que no se diga, aunque sospecho que su pregunta es retórica y, la respuesta, predecible.

El autor de una sesuda tesis doctoral puede además dedicarse, ¡faltaría más!, a temas menos especulativos o menesteres más pragmáticos que impartir cursos de metafísica, como por ejemplo lanzar arengas subliminalmente vocacionistas a un público más o menos predispuesto a recibirlas. Dado el contexto vital de esa persona y sus ideales, su público objetivo no se reduce obviamente a los alumnos de un curso de metafísica. Desde la metafísica pura y dura es bastante difícil "hacer apostolado" en sentido reduccionista; se cubre más fácilmente el expediente por otras vías. De hecho, muchos -miembros de la Obra o no- hacen eso: dan charlas, escriben, montan sitios web, pertenecen a asociaciones o fundaciones organizadas para impartir "buena doctrina", etc. El público es sobre todo "público cautivo" (asiste a los actos que le indican, lee lo que le aconsejan, escribe a donde le sugieren, se suscribe a lo que le dicen); pero también hay "público captado", que no sabe bien quién está realmente detrás.

Por poner un ejemplo bien conocido, una de esas instituciones promovidas desde la Obra, y directamente por quienes aparezcan en calidad de sus promotores, son los "Gabinetes de Estudios de Actualidad", organizados en AGEA (www.geaweb.org). Ahí, por mencionar algo que a los lectores de este sitio seguro que les suena bastante, en sus "Enlaces de interés / Internet / Iniciativas españolas", aparecen Optenet y otras joyas filtradoras que velan por la moralidad del navegante que siempre estará en la "infancia" (véase el "Listado de iniciativas nacionales e internacionales por "Una red segura para la infancia"; preparado por D. José Luis Orihuela, Profesor de Comunicación de la Universidad de Navarra"). Ahí está referida buena parte de la "red dentro de la red" que se teje a través de sitios y portales que no son confesionales pero pretenden aparentar que no van de lo que van. Te pones a seguir links y en media hora tienes una lista de una cincuentena de sitios con un conspicuo común denominador... y varios que además comparten numerador. Unos son más profesionales que otros, tienen mejor diseño, cuentan con plumas más ilustres o preclaras, cumplen mejor una función en la sociedad civil, se nota que hay detrás más dinero, tiempo o ilusión... Otros no dan la talla y repelen (salvo, conjeturo, a meapilas o a obsesos de la "buena doctrina" ingerida a paladas o inyectada en vena). Quien sabe de qué va la cosa, advierte indudablemente aspectos que provocan rechazo e incluso pueden considerarse reprobables. "Tié q'habé gente pa tó", es lo que se me viene a la cabeza después del "tour" por esos sitios. En alguno, si no fuese tan descarada la labor de filtro y censura, hasta darían ganas de colaborar, de hacer algo por lo que se ve que tiene potencial de ser algo aún mejor, más abierto, más libre.

Eso me hace recordar otro ejemplo de algo que no es sólo lo que parece: la Real Sociedad Económica Sevillana de Amigos del País (economicadesevilla.com). Esta institución, que atrajo mi atención en 1990, y donde organicé un ciclo de conferencias en 1994, experimentó una "revitalización" al producirse cierta "toma" de la misma por miembros de la Obra y simpatizantes. Una persona, en concreto, supo apreciar y aprovechar el potencial que encerraba su magnífica biblioteca (y no sólo para la Teoría e Historia de la Educación y Pedagogía Social). Otras apuntaron a la institución misma, pero cuidando las formas. Valga como ejemplo de la transmutación que sufrió el lugar el hecho de que, cuando hace unos años volví por su sede, junto a la calle Virgen de los Buenos Libros, para hacer una consulta bibliográfica, fui recibido con suspicacias. El ambiente estaba un tanto cambiado: había chicas -sólo chicas- estudiando en la sala de investigadores (ahora denominada "sala de estudio"), que tenían conocidas estampitas de santos encima de la mesa, y que se removieron en sus sillas y soltaron risitas cuando entré y me senté a ordenar unas notas, comportándose de esa forma tan natural con la que se comporta todo el mundo en las bibliotecas. Aunque, eso sí, me advirtieron, con el ceño fruncido, que aquello no era una biblioteca pública, sino de una institución privada (lo cual era radicalmente cierto, aunque subjetivamente se hubiese producido una "apropiación indebida" en quien me hablaba). De hecho, se me insinuó que manifestase mis avales, es decir, si había alguna persona o institución "conocidas" que pudiesen dar cuenta de mi interés por entrar. Al marcharme, se me sugirió que, de cara al futuro, evitase volver si no había obtenido autorización de la junta directiva. Yo podría haber preguntando en ese momento, pero no lo hice, qué hacían allí, ocupando sillas de investigadores, todas esas niñas que, saltaba a la vista, no eran precisamente ni eso ni auxiliares de biblioteca. Así es como la RSESAP reverdeció y se convirtió, por ejemplo, en "Ente Promotor de dos proyectos de Escuela Taller subvencionados por el IMEN (sic) y el Fondo Social Europeo". Aparte de la Escuela Taller "Juan Varela de Salamanca I y II", que permite hacer labor apostólica al tiempo que social, la RSESAP ha dado cobertura institucional a otras iniciativas de formación rentables en términos de "buena doctrina" y de más cosas.

En fin, sólo quería poner un ejemplo cercano y que me parecía ilustrativo. Espero ahora que se entienda mejor, si cabía alguna duda, por qué caben muchas facetas en un catedrático de metafísica y por qué no siempre las cosas son sólo lo que aparentan.

fede







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=937