Durante el tiempo que viví en la obra me sentía avergonzada de ser numeraria auxiliar. Me preguntaba qué había en mi persona de negativo, para que me destinaran a aquel lugar de servilismo, de delantales, de cofias y de incultura.

No me veía tan diferente a las numerarias, tras tantos años intentando olvidar sin enfrentar, sé que no fue la postura más adecuada.

El “padre” venía a decir de las numerarias auxiliares algo así como que “no daban para más”, pero dando un paso más adelante, dejando a un lado el daño que me hizo aquella historia ¿Qué clase de persona inventa una vocación para tontos? ¿Un “cara dura”? o qué clase de persona habla así de sus hijas queridas. Se me viene a la cabeza una canción, pero es que canto muy mal.

Otra pregunta  ¿cual es el sentido de la vocación de numeraria auxiliar?, no hay respuesta porque no la tiene, pongamos por caso que una persona no tiene tiempo de organizar su casa, contrata a una persona que lo haga, generalmente la persona que acude no tendrá otra forma de ganarse la vida, es más cuando le surja algo mejor cambiará de trabajo. Esa persona no queda vinculada a esa familia, a no ser  por vínculos afectivos que se hayan ido formando a lo largo del tiempo. Pues eso, cuando uno necesita que le organicen la casa contrata gente y punto, no se busca una vocación por el morro y luego la “ilumina” con la vida de los santos.

A veces recuerdo noches durante mi estancia en la obra, llorando en el suelo, sentada y acurrucada en un rincón de mi habitación, mientras me acunaba a mi misma. Me sentía muy mal. Nunca mejor dicho: la autoestima por los suelos”. Pero este tipo de cosas no tenían ninguna importancia en la charla fraterna. A ver: dime cuentas jaculatorias has dicho a diario ésta semana,

¿Vamos a por porcentajes?, ¿O cuantificamos?

Me estaban preparando para algo que estaba muy lejos de mis deseos, de mis anhelos, de mi persona, con una presión que solo me podía dar un uniforme a rallas con delantal. Ninguna persona en su sano juicio querría vivir así.

A veces escribe gente diciendo que en opuslibos  se expresa odio, resentimiento, o incluso amargura, creo que se equivocan en mi caso sólo expreso dolor, el mismo al que me devuelve una pesadilla que tras seis meses de ausencia se presenta, en plan aquí estoy porque he venido ¡chiquilla que ya no me acordaba de ti!

¿Rencor, odio? Éramos niñas, adolescentes y desde mi adolescencia solo recuerdo idealismo.

Por cierto, el video del colegio mayor Olabidea tiene unos tintes rosas de hormona femenina incontrolada, que madre mía, es el sector femenino en todo su apogeo, resulta divertido, he recordado algún que otro festivalillo hortera el  que he participado, así en plan chicle rosa.

¡Que peculiares hemos sido!

Solano.