Suscribo el correo de Aquilina del pasado lunes 5 de febrero, sobre todo en el siguiente párrafo:
En "Quienes somos" de la pagina de Opuslibros encontramos palabras como las siguientes:
" Porque las virtudes de la justicia y de la caridad justifican denunciar públicamente los defectos del prójimo, lo que en el caso de esta web se cumple siempre teniendo la delicadeza de no identificar a aquellas personas que actuaron injustamente. Recordemos que "la injuria contra una persona puede serlo también contra Dios y contra la Iglesia, y entonces uno mismo debe ejercitar su propia venganza…" (S. Tomae Aquinatis, S. th., II-II, q. 108, a. 1, ad 2)".
En el caso del relato de las experiencias médicas publicadas este lunes estoy de acuerdo en compartir experiencias, como han hecho algunos educadamente, pero no me parece correcto que se denuncie la actuación de los médicos citando sus nombres, cuando a su vez se está firmando con un nick para preservar la propia identidad.
Cuantos se beneficiaron del apoyo psiquiátrico cuando dentro no se recibía la ayuda que se necesitaba?
Y si se cometieron errores, algunos tienen derecho a equivocarse y pedir disculpas y otros no? La culpa es de los directores, del sistema, de los médicos, o de nosotros mismos?
Quien juzga las intenciones y la actuación en conciencia? Que movió a cada uno a actuar de la forma en que lo hizo mientras estaba dentro?
En mi caso particular debí recibir apoyo psiquiátrico porque yo mismo, por miedo a desobedecer, a condenarme, porque fui un fanático más y muchas razones más, permanecí dentro más de lo que debía y eso tuvo sus consecuencias.
Los antidepresivos que recibí durante mi último tiempo de permanencia en el opus, fluoxetina, me permitieron seguir adelante, y poder resolver finalmente mi salida.
De no haber sido así, me hubiera convertido con el tiempo en un vegetal, desempeñando en el mejor de los casos algún insignificante encargo interno, o ellos mismos, los que tanto insistieron en que veían mi vocación, me hubieran terminando invitando a irme ya que ya no les servía para sus fines.
Antes de concurrir a la consulta no tenia ilusión, ni me podía prácticamente levantar de la cama, cumplía algunas de las normas a duras penas y me costaba mucho tener buen rendimiento en mi trabajo profesional.
Agradecí en su momento el que me permitieran asistir a ver a un psiquiatra y la atención recibida, lo que recién fue posible después de años de pasarlo muy mal, en que los directores me acusaban de pereza, mal espíritu y tantas otras cosas más. Recién accedieron cuando me vieron muy mal, y ahí está el gran error.
Sí hay crueldad en el Opus, pero porque el sistema es perverso, sobre todo con los consagrados al convento del Opus, como dice Ruta, por parte de las autoridades, por el mal ejercicio que hacen en la dirección espiritual, sobre todo presionando sobre la supuesta "vocación", y no respetando las confidencias, temas de los que se ha hablado muchisimo en la web.
Los psiquiatras son un recurso necesario en muchos de los casos, que muchos agradecimos cuando ya no podíamos más con nuestras vidas. Y uno en su momento a su vez agradece que lo pueda atender uno de casa. El gran error es que dentro insisten hasta enfermarte, literalmente, en que es lo tuyo, en que tienes vocación, y que si te sales te amenazan con la condena eterna.
Y uno, hace años atrás, no tenía los recursos ni la información para comprender realmente lo que se estaba viviendo, situación que no se da al día de hoy gracias en gran parte al valioso aporte de esta pagina, que tambien agradezco enormemente.
Un saludo para todos.
EFE
