Estimados orejas,

 

como he dicho tantas veces lo que me importa al escribir aquí no es ni reclutar adeptos para mi postura ni que nadie haga lo que yo hago. Lo que me importa es que el fraude del que yo fui objeto dejé de suceder, y que las familias católicas con adolescentes posibles objeto de las atenciones del Opus, se "desayunen" pero bien desayunados antes de dar un paso que no les traerá más que disgustos y problemas.

 

Yo no creo que sea para rasgarse las vestiduras el que yo descubra en Opuslibros algo que es sabido en Sevilla, que la facultad de filosofía fue copada por ellos y que creo todavía en la actualidad hay dos grupos bien diferenciados de profesores. Es sólo un caso entre otros muchos sucedidos en las universidades públicas españolas en los años del franquismo.

 

El correo de Herzegovino lo veo muy interesante con un mapa perfecto de las supuestas familias políticas dentro del Opus Dei. Solamente me pregunto, ¿por qué motivo no nos das tu nombre si además eres autor de un libro homenaje a Vicente Cacho? y lo lamento pues se te ve conocedor del tema. Y también me pregunto ¿por qué todas esas gentes de las que hablas al salir del Opus se han callado? si hubieran hablado sobre lo que sabían del opus ¿habrían tenido facilidades para estar donde están y seguir sus vidas laborales como si nada?

 

Ahora bien, inisisto, mantener una postura política seria, decir que uno es "juanista" o liberal no consiste sólo en decirlo. Me explico, ese cuentencillo de las tendencias se le puede explicar a personas que jamás han conocido un centro del Opus por dentro. Pero los que lo hemos conocido sabemos de buena tinta que cuando alguien es numerario no es sólo que duermas en un centro y entregues tu sueldo. Es que para estar ahí dentro tienes que entregar tu conciencia, y si una persona ha entregado su conciencia, ¿qué campo queda para la libertad política?

 

Me acordaré toda mi vida de la directora de un centro prohibiéndonos hablar del nacionalismo vasco en las tertulias porque eso enardecía los ánimos. Así que todos esos numerarios tan plurales de los que hablas, que quieres que te diga, si eran numerarios hacían la charla semanal como yo la hice, se confesaban también semanalmente, tenían que aguantar las correcciones fraternas estúpidas y por supuesto hablar del padre y de las vocaciones y del apostolado con entusiamo en las tertulias como únicos temas permitidos. Es decir, estaban obligados a soportar el empequeñecimiento mental que todos sufrimos. Aunque quizás se les dispensó de vida de familia por ser numerario tipo A, pero me da lo mismo, por muy tipo A que uno sea el sometimiento Opus no se lo salta nadie.

 

Lo que sí hay que reconocer es que el empequeñecimiento mental opusiano estaba mucho más a tono con la sociedad franquista que con la España democrática, quizás no eran tan chocantes ciertas cosas por ese factor sociológio de que al fin de cuentas en los 60 España era una dictadura.

 

Habiendo visto el opus por dentro como yo lo he visto, donde todo está tan absolutamente controlado de verdad que veo ridículo decir que un numerario tiene libertad de actuación. Si vendes tu conciencia sí, claro, entonces dispones de un despacho en la Castellana, de un periódico y hasta te montamos un partido político si hace falta. Pero porque te has vendido, por nada más, y de paso si un numerario se exilia aunque sea en 1973, pues queda chachi piruli porque se ve el pluralismo de la institución.

 

A otro perro con ese hueso. No aquí que somos ex combatientes y  hemos presenciado más de una y más de dos limpias de profesores en la universidad de Navarra, concretamente en la facultad de filosofía. En cuanto alguien saca un tanto así los pies del plato se le enseña la puerta de la calle. El propio Choza reconoció que sus seguidores en esa facultad fueron expulsados por Alejandro Llano.

 

Y además ¿por qué tanta reticencia entre ex para reconocer algo que es vox populi en España? que el opus se distingue por su capacidad para amasar poder y dinero. Hay que ver como se le eriza el pelo a más de uno en este país cuando se pronuncia la palabra "Opus". El pánico que tanta gente les tiene no se consigue predicando filiación divina, y con ese talante liberal que parece que destilan algunos numerarios del opus según Herzegovino. Además de que los talantes personales no quieren decir nada. Cuando pienso que en las tertulias no se podía ni opinar sobre el color de un mantel, ¡madre mía,! ya es osado decir que el opus permite la libertad política de sus miembros. El opus permite el acercamiento al poder político y el acaparamiento de ese poder en su propio beneficio.

 

Es llamativo el contraste entre ese desfile de supuestos liberales opusianos y los correos que hay al lado sobre tratamientos pisquiátricos bestiales. ¿Cómo se casa una cosa con la otra? porque eso también lo sospecho yo, que uno podría dirigir el periódico Madrid moderadamente antifranquista o hacer una tesis sobre la Institución Libre de Enseñanza y dormir en un centro de numerarios. Y tener en la habitación de al lado a un numerario masacrado innecesariamente con los tratamientos estilo Menguele. ¿De qué sirve ese "antifranquismo" o ese "liberalismo"?

 

Los que hemos estado dentro sabemos que la lealtad de un numerario es hacia la directiva de la institución a la que pertenece. Y que todos sus movimientos están permitidos en la medida en que benefician y sirven a ese grupo, en el momento en que alguien se convierte en un estorbo por su descrédito público es abandonado en la cuneta. Pensemos en lo que lo ocurrió a Ruiz Mateos.

 

En cuanto a las muertes extrañas, pues sí lo sigo manteniendo, en el opus dei hay muchas muertes a destiempo, que no toca. No es una ni dos, son muchas más. Aquí han salido Ricardo Yepes, ¡con lo pacífico que parecía ese señor!, no lo veo poniendo su vida en peligro en el Pirineo como dicen. No me lo trago. Ana Hernández, numeraria que vivía en Inglaterra, y ¡qué casualidad! tuvo un accidente de coche mortal por supuesto en sus "vacaciones españolas" en 2002. Recuerdo a Susi Recio, la secretaria de san Miguel de la asesoría regional diciéndome por teléfono que venía de su funeral en un tono que si me hubiera dicho que venía de un cumpleaños lo mismo hubiera sido.

 

Y tanta gente muerta en sus 40 o sin ni siquiera llegar a los 30, y tantos pensamientos de suicidio e incluso intentos como también se recogen testimonios una y otra vez en esta página. Amigos, no estamos hablando de una secta cualquiera, estamos hablando del opus, y eso es muy pero que muy serio.

 

Ana Azanza