Pensando en el tono de seguridad con que la gente que defiende al Opus Dei nos ataca, pienso que hay que tener muy claras algunas ideas. Lo que no es seguro es que despues de pensar asi la fe Catolica quede en pie, pero como saben yo a esto no le veo problema.

1. Asi como a los no creyentes en la salvacion se les puede llamar reduccionistas (con la implicacion no demostrada de tener un cerebro chiquito), a los creyentes se les puede tachar de rigidos (autoritarios) y de no respetar la libertad de la conciencia y del intelecto humanos (estoy hablando dentro los limites legitimos de estas dos potencias que son el bien y la verdad)

2. El tema que planteaba el OD hace sesenta años y que Jesus Urteaga resumio muy bien sigue vigente, si uno analiza las vidas de la gente creyente promedio, esas vidas son tan mediocres como las del no creyente promedio. Para eso se fundo el OD, aparentemente. Pero lo cierto es que esta estadistica se da a todos los niveles, es plausible que la proporcion de gente excelente que sea creyente sea igual a la de gente excelente entre los no creyentes (incluyendo al Opus Dei en el calculo). O sea la excelencia personal trasciende los valores religiosos de cada uno, por eso tampoco desprecio a los creyentes de entrada. Digamos que por sus obras se conoce la bondad y veracidad de cada uno creyente o no.

3. Sacando del tintero (o del teclado) la respuesta retorica que tenia frente a la acusacion de que los no creyentes tienen una mente pequeña. La contestacion es que los creyentes tienen un corazon pequeño, porque prefieren su ortodoxia institucional a la felicidad de cada persona individual (de alli parten todas las teorias vocacionales que han tenido una suerte tan triste en la Iglesia Catolica, ojo esto no es solo de la obra), y ademas para los creyentes es toda una afrenta que alguien se declare feliz sin pasar por sus organizaciones (Iglesia, prelatura, secta, cofradia o lo que sea). O sea ademas son tan inseguros que no pueden ver a un pobre feliz fuera de su corral mental.

4. En fin, parte del lavado de cerebro a los creyentes es inculcarles un complejo de superioridad frente al no creyente que no es muy racional. Digamos que la mayoria de la gente no religiosa no es muy fuerte intelectual y emocionalmente, pero eso no quiere decir que porque la religion les ayude en esas dificultades sea todo verdad.

O sea, en resumen, son ellos los que viven en un corral de ideas y de sentimientos que les impiden ver y sentir como personas plenamente libres de trabas interiores. Cuando uno prefiere mirar el libro, el dogma, el eslogan o el esquema a ver directamente la realidad, uno es como una gallina atrapada en un corral. Solo las "Aguilas" se atreven a volar tan alto, o tan bajo, como les parece y a mirar la vida de frente. Yo digo por experiencia propia, que el corazon no se empequeñece despues de dejar la Obra, e incluso despues de dejar la idea de Salvacion.

Pero la decision de en que creer la dejo a cada cual, por los frutos se conoce a cada arbol.

Australopitecus