Sobre el debate de la inocencia y el 'purgatorio' de Escrivá.- Supo
Fecha Monday, 22 January 2007
Tema 100. Aspectos sociológicos


Estimados Todos.

Pienso, como muchos que han manifestado en público -y otros en el chat o a través del messenger- que el debate sobre la inocencia de los directores, es de lo más interesante.

Lógicamente en esta web hay personas con muy diferente grado de formación. Algunos, estuvimos el tiempo justo para hacer el bienio filosófico y un par de asignaturas de Teología. Otros, como el caso de Jacinto, seguramente habrán estudiado casi toda la carrera de Teología (si es que se le puede llamar carrera, puesto que no tiene ningún tipo de reconocimiento civil). Por eso, lo que voy a plantear aquí, lo reconozco ya mismo, puede contener graves errores por esa carencia teológica que tenemos algunos. Por otro lado, una vez que salí de la Obra y, como he seguido vinculado con instituciones de la Iglesia, vi que había más tipos de Teología. Por lo menos, eran muy diferentes. Ahora bien, algunos hemos estado tan marcados por esa fuerza, de que la única teología válida era la de Santo Tomás, que nos cuesta entar en otros ámbitos teológicos (no vaya a ser que nos condenemos).

En fin a lo que voy. Humildemente quiero rebatir la teoría de que Escrivá está en el purgatorio. Desde luego, estoy casi convencido de que no lo conseguiré, o que después Jacinto nos volverá a dar una lección de buen saber. Si conseguimos esto, los que le hemos admirado desde que leímos "La supresión del pudor y otros ensayos" o estudiamos "Filosofía del Hombre. Una antropología de la intimidad", le estaremos agradecidos. Conste que en este escrito no seré irónico en ninguna palabra.

No sé dónde está Escrivá. En principio he de suponer que en el cielo puesto que ha sido canonizado. Significa que la Iglesia acepta que alguien disfruta ya de la presencia beatífica de Dios y que es ejemplo para los demás. Realmente, me parece que con ser ejemplo para unos pocos -los de su orden- es suficiente. Me explico sobre este último tema. El teólogo español más importante -Olegario González de Cardedal- publicó el 17 de mayo del 92 un artículo en el desaparecido Diario 16, titulado "Contexto de una beatificación". Ese artículo se encuentra reproducido, junto con otros en el libro "La palabra y la paz. 1975-2000", publicado por PPC en el año 2000 en Madrid (España). Olegario piensa que ese artículo hizo mucho bien a la Obra, pero realmente a la gente de la Obra no le gusta porque se dice que no se le debería beatificar por un tema concreto: la petición del título de Marqués de Peralta: "Escrivá es el exponente máximo de una fase del catolicismo español, gracias a Dios, superado por impulso del Concilio, porque él siguió pensando la afirmación del evangelio mediante el poder y la extensión de la Igleisa por los caminos del Estado" (en este sentido es muy reveladora la carta que adjunto Jacinto de Escrivá a Franco). Sigue Olegario: "En esto, él no fue mejor ni peor que el resto de la Iglesia española. Fue su exponente radical y rezagado. Entretanto, la jerarquía corrigió ese curso anterior, rehaciendo su forma de presencia pública y llevando a cabo todas las separaciones necesarias... En este contexto, no es fácil reconocer como ejemplar a alguien que promovió  primordialmente la presencia elcesial en los ámbitos del poder y de la riqueza, para quien las relaciones libertad-autoridad no parece haber sido claras y transparentes. Al menos no lo fueron para quienes las contemplaban desde fuera y para muchos que abandonaron la Obra. No siempre aparecía claro que los fines no justifican los medios. Y, sobre todo, aún no se ha dado una explicación convincente de algo que contradice la anterior praxis eclesial: su reclamación del título de marqués. Cuando un miembro de la nobleza, duque, conde, marqués, se hacía sacerdote o religioso, dejaba su título. En el caso de Escrivá ocurre lo contrario: sin tenerlo por origen lo reclama. Sin duda habría razones reales que lo justificasen, pero a los de fuera nos son desconocidas. Y causa extrañeza que una vocación de humildad se engalane ahora con títulos de marquesado".

Es decir, Escivá actuaría con parámetros de otro tiempo y por lo tanto no se justifica su beatificación, viene a decir Olegario. Para sus hijos, Escrivá serviría de ejemplo. Los demás, no tiene por qué seguirlo. En cualquier caso la Iglesia le beatificó, y por lo tanto, debe estar en el cielo, porque es santo quien disfruta de la presencia beatífica de Dios.

Por otro lado, qué significa purgatorio o cielo o infierno. Una vez me dijeron que no eran espacios, sino en el caso del purgatorio, podría ser una cantidad de sufrimiento que padeciese al alma, que la purgase antes de entrar en el cielo.

En fin, que esto es muy complejo, caray. Pensemos que la Iglesia acaba de decir que no existe el limbo. ¡Cielos! Lo próximo qué será. Recuerdo que algunos conversos de comienzos del siglo XX, como G. Pappini, plantearon que Dios se arrepentirá de los condenados al infierno y atenderá a las peticiones de los que están en el cielo para que les perdone.

Sé que me he ido por los cerros de Úbeda, como se dice por Andalucía, y que seguramente nadie, y menos Jacinto, salgan convencidos de que Escrivá no está en el purgatorio y por lo tanto tiene que estar en el cielo. Esta incapacidad sólo significa un asunto: mi formación teológica es muy deficiente. Pero no importa: tengo la fe del carbonero.

Gracias a todos.

Supo









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