Comentario al envio de Isabel Nath sobre la libertad de las conciencias.- Austra
Fecha Friday, 12 January 2007
Tema 070. Costumbres y Praxis


Un saludo para Isabel Nath y para todos:

La verdad es que el escrito de Jacinto Choza acerca de la inocencia o culpabilidad de lo directores ha dado para mucho. Es que el tema es muy importante. En mi caso particular yo estuve en un consejo local cuatro años y puedo dar mi testimonio sobre que le pasa a uno en esas circunstancias. Ademas de lo que ya expuse en un correo anterior se me ocurre lo siguiente al respecto de este texto de Isabel Nath...



¿Porqué todos éstos? (los que han tenido cargos de gobierno y no denuncian al opus dei): porque todos ellos sufrieron la falta de libertad en sus conciencias mientras eran miembros de a pie; lo sufrieron inocentemente, en el sentido de que eran ignorantes por completo de la existencia de los documentos secretos del Opus Dei que se les estaban aplicando, ignorantes de sus derechos a no hacer la charla fraterna con quien no quieras hacerla, a confesarte con quien quieras y no con quien te digan, etc. Y ellos mismos, al acceder a los puestos de gobierno, sabiendo ya de la existencia de los documentos secretos, entendiendo los por qués de cosas que antes en su inocencia ciega seguramente no entendían, no han dudado en aplicarlos a otros hermanos y hermanas suyos en el Opus Dei, haciéndoles de esta forma sufrir lo mismo o más que ellos sufrieron, y perpetuando e incluso aumentando este despropósito. Para no ver a las personas que se deprimen una detrás de otra a tu lado, para no relacionar la vida que llevan en la institución con esa depresión, para no ser consciente de la manipulación que se hace por parte de los directores (quizás tú mismo) y los psiquiatras de la cuerda Opus Dei de las almas y las mentes de esas personas, para que no te des cuenta de que eso no está bien, tienes que estar como una gavia!!! (o loco de remate, como queráis). Y la verdad, me cuesta creer que haya tal cantidad de locos de remate en el Opus Dei… Y si los hay, mal va la Prelatura Personal de la Iglesia Católica, porque ese no es el porcentaje de locos de remate en el resto de la sociedad, luego a lo mejor va a ser que algo huele a podrido en Dinamarca, que decía Hamlet…

Pienso además que eso de juzgar las acciones y no las personas, siendo cierto, nos puede llevar a equívocos. Por ejemplo, en lo que yo he dicho hasta ahora no creo estar juzgando personas, en el sentido de que no estoy señalando a nadie concreto con su nombre y apellidos, pero es evidente que las acciones no acontecen así, sin más, solas, sino que alguien las realiza, y por lo tanto si las acciones son malas el que las ha realizado muy bueno, muy bueno, no puede ser.

Otro ejemplo: si una persona X mata a otra, considerando todos los posibles atenuantes incluida la enajenación mental transitoria o incluso la demencia, demostrado que esa persona ha cometido ese hecho, esa persona sería como poco homicida, no?. Quizás no asesino a sangre fría, pero homicida sí. Y al muerto, le da igual lo que sea: él está muerto y ya no hay remedio. Que yo sepa, cuando uno está loco de remate y mata a otro, se considera en ocasiones que no respondía de sus actos, que no sabía lo que hacía, pero: 1. sigue siendo un homicida; y 2. se le interna en una cárcel psiquiátrica.

O sea, que todos esos directores del Opus Dei que viven en la más absoluta ceguera al respecto del mal que hacen a diario a sus dirigidos (punto que queda por demostrar…), serían moralmente inocentes porque no están totalmente capacitados para darse cuenta de lo que hacen. Y yo pregunto cada vez con mayor inocencia: ¿cómo es posible que personas que no están capacitadas para darse cuenta de lo que hacen, estén dirigiendo espiritualmente al resto de sus hermanos en el Opus Dei?. Si esto es como se dice, entonces la Iglesia debería correr veloz al rescate de esas pobres almas que están a merced de unos incapaces (en el sentido más literal de la palabra) de ese porte.

Estoy de acuerdo con:

1. La direccion espiritual que hay en el opus dei es bastante defectuosa, por no decir inexistente, se dedica casi exclusivamente a asegurar la permanencia del miembro de la obra dentro de la Institucion siendo causante de sufrimiento para muchos.

2. Tal vez no haya algo que se llame carisma fundacional de opus dei. Bueno, yo opino que sin el 'tal vez', a mi me ayuda a ver las cosas mas claras pensar que nunca hubo carisma fundacional con el cual contrastar lo que uno podia ver malo, o que por lo menos le hacia sufrir, dentro de la obra.

3. Hay muchos numerarios que uno no se explica por qué actuan de modo tan robotizado, pero habitualmente son personas con deficiencias en su formacion intelectual o afectiva.


Pero no estoy de acuerdo con el dualismo que presenta respecto a la vida moral de los directores: aqui no me parece justo hablar de la "inocencia de las bestias", ni de aplicacion de los abusos que uno padecio al projimo como una especie de venganza, ni de ignorancia absoluta de los numerarios que nunca participaron en labores de gobierno. Doy mis razones:


1. Por lo menos en mi epoca (años '90 del siglo XX), era muy frecuente que se dieran "charlas de formacion" a los que ya habian realizado la admision (e incluso antes de la admision) utilizando los Documentos Internos de la obra. En el centro de estudios es algo obligatorio, asi que si uno paso de la oblacion y fue a un centro de estudios, tiene poco sentido afirmar que uno no conocia esos documentos con la praxis de la institucion. Lo que ocurria, era que uno no tenia acceso a esos documentos y solo recibia la informacion recogida en estos a traves de las charlas de adoctrinamiento de la obra. Recuerdo que se hacia publicidad en el centro de estudios acerca de tener la libertad de pedir esos documentos al director cuando uno lo quisiera, pero lo cierto es que uno rara vez tenia tiempo para pensar en eso.


2. O sea que para uno la existencia de esos libros no era una novedad al pasar a un consejo local y aunque esos libros contienen practicas que a uno lo llegaron a sorprender al leerlos directamente*, muchas de las cosas que se recogen en ellos son vida diaria de la prelatura. Por ejemplo, el concepto de tener que contar todo lo que se le pase a uno por la cabeza y el corazon al director que le recibia la charla a uno, es un concepto que a uno se lo graban recien hecha la admision y a uno no le parece escandalosa por los sofismas que la obra maneja en esos momentos. No olvidar que uno esta en plena adolescencia en esos momentos y que uno percibe a la obra como una "fabrica de santos". Los sofismas tipicos tienen que ver con la sinceridad que uno tiene que tener con Dios y con uno mismo (hasta aqui todo OK), pero que se extrapolan a no tener derecho a la propia intimidad respecto a los directores de la obra. Estos directores no podrian responder por la salud espiritual de uno si uno no les cuenta todo y como uno habia aceptado estar muy interesado en aspiraciones de ser muy santo, el hecho de no tener derecho a la intimidad con los directores se veia como una obligacion moral del cristianismo.

*Un ejemplo, es que de algun modo yo me di cuenta del engaño en que me inducieron: los directores de mi epoca de pitaje y hasta el mismo defensor de la comision, respecto a la libertad que uno tiene de salirse de la obra antes de la oblacion. En particular me sorprendio saber que si uno decidia marcharse antes de la oblacion, no habia que informar de ello a la comision (en principio, en la practica la comision controla a toda la gente desde que pide la admision)... pero yo tenia tan lavado el cerebro que pensé (si esto es pensar): bueno hago un acto de entrega a mi vocacion en este momento independientemente de que tal vez hubiera dejado la obra de saber que tenia libertad para dejarla sin pecar antes de la oblacion. Y con esto me consideraba muy obediente a Dios al que le entregaba incluso mi derecho a conocer mis derechos en el pasado.


3. Hay que pensar que en esos momentos uno percibe la obra como una institucion aprobada por la Iglesia que uno percibe como garante infalible de sus instituciones relacionadas. Ademas, la literatura catolica nos presenta con personajes muy queridos como Santa Teresa de Jesus que son un modelo precisamente por su obediencia "ciega" a su director espiritual, que hasta Jesús se le aparecio en persona para decirle que obedeciera a su confesor aunque su conciencia no le exigiera esa obediencia. Habria que repensar bien a Santa Teresa como modelo, pienso yo. Asi que el mal es mas corriente dentro de la Iglesia catolica de lo que supondria que este abuso de la intimidad y de la inviolabilidad de las conciencias es exclusivo del opus dei del siglo XX. Antes bien, ese decreto de Leon XIII que aparecio en un escrito de oraculo y los canones del CIC del escrito de Trinity demuestran un reconocimiento de la autoridad de la Iglesia de los posibles abusos a la intimidad de las conciencias. Pero esos abusos son desconocidos para uno al entrar a la obra, ya que habitualmente uno viene de ambientes que pueden ser hasta muy catolicos, pero que no tienen como costumbre estudiarse el codigo de derecho canonico de la Iglesia (perdon por la ironía).


4. Asi que, si es cierto que uno al aceptar ese modo de proceder de la prelatura se porto mal por las consecuencias de sus actos, pero lo cierto es que en esos momentos unos somos mas borregos que los demas por falta de madurez (o de salud mental, o de cojones, o de lo que sea), pero uno no es consciente de estar realizando ningun daño a ninguna persona, ni a la Iglesia en general. O sea, aca incluso los catolicos tendran que reconocer que la Iglesia durante muchos siglos no fue ejemplo de apertura en el tema de la libertad de sus subditos respecto a sus autoridades (y superiores) religiosas.


5. Esto no lo digo por disculparme irresponsablemente, antes lamento haber participado en esa institucion, pero en mi caso tampoco es que tuviera muchas alegrias controlandole la conciencia al projimo. Tan es asi que solo llegue a recibir las charlas de tres agregados por una temporada de seis meses en mi historia prelaturesca.


6. Hay otros directores aparte de los "rigidos" que reciben muchas charlas fraternas, de supernumerarios por ejemplo, pero no aplican al pie de la letra el vademecum y son percibidos como un alivio por los que son "dirigidos" por ellos. Con estos, los directores regionales se hacen los de la vista gorda (porque tal vez obtienen mejores resultados de perseverancia) y esto explica porque hay mucha gente con experiencias no tan negativas de la institucion. Yo que convivi con directores de todos los tipos, puedo asegurar que a uno le da mucha esperanza en el futuro de la obra cuando conoce gente asi (uno sueña con que el opus dei puede cambiar), solo que hay que caer en la cuenta de que estas personas no hacen todo como esta escrito en los vademecums y en el catecismo de la obra.

7.  Uno de esos sueños de cambio que pueden motivar la pasividad en los numerarios es pensar que los comportamientos de los directores rigidos no serian aprobados por el prelado ("el padre") si este los llegara a conocer. Uno escucha muchas historias y cuentos acerca de lo buena persona que es este señor y de lo humano que es al aplicar las normas de la obra. Por ejemplo, se cuentan anecdotas de excepciones a ciertos criterios en circunstancias que harian injusta la aplicacion de estos, pero esto se hace al mismo tiempo para remachar la idea de que son solo eso, excepciones. Pero supongo que a algunos les costara creer lo mucho que eso le influye a uno para no protestar demasiado por aquellas cosas que uno siente que estan mal hechas.

8. Uno sufre en su propia salud fisica los efectos de vivir en un estado de contradiccion permanente entre lo que la conciencia mal formada por la obra le pide a uno: sumision a los directores, soltar todos los sapos, aplicar las normas de la prelatura a toda la gente sin tomar en cuenta las circunstancias personales de cada persona, etc... y lo que el propio "corazon" le pide a uno: condescender con aquella pequeña violacion de la praxis de la obra cuando eso le daria un alivio a una persona atribulada, no juzgar tan severamente las intenciones del projimo, excusar al que no sigue en la obra y tratarlo igual que cuando era de la obra, etc. Yo creo que muchas depresiones entre los numerarios, son la consecuencia y no la causa del mal manejo de la Institucion. La obra no es una institucion manejada por depresivos, sino que hace depresivos a los que tienen que ocupar sus cargos burocraticos.

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En resumen:

Si no somos claros respecto a las complejas situaciones sicologicas que crea la obra, que se entienden perfectamente considerando a la prelatura como una secta destructiva, nos quedamos con visiones dualistas que no aclaran nada y nos hacen juzgar injustamente las intenciones de personas que tambien son victimas del mismo fraude que ayudan a sostener (los directores).

Otro efecto perjudicial es que no resulta sano para una persona en esas circunstancias que lo tachen de malevolente, no le ayudan en nada. Y creanme los que son realmente malos en la obra ya lo saben por si mismos (la plena advertencia hace parte de la mala voluntad) y parece que no estaran dispuestos a cambiar aunque se les aparezca un Angel para advertirles de su mal. Aunque tampoco se puede perder la esperanza en estos casos.

Por otra parte, estando uno dentro si le ayuda a uno mucho comprender que uno es parte del montaje de la obra como victima y como agente y uno esta dispuesto a rectificar lo que haga falta. Yo me sali de la obra en parte porque ya no veia como seguir cooperando al mal que se le hacia a las "nuevas vocaciones", me di cuenta de que engañe a muchas personas jovenes a las que adoctrine con malas ideas acerca de la "perseverancia" (ojala pudiera repararles directamente, pero por el momento no veo como).

Una ultima cosa es que aqui tampoco la Iglesia es tan inocente como algunos quisieran creer. Como ustedes ven es la misma autoridad de la Iglesia la que continuamente defiende la prelatura y a mi por eso ya no me preocupa lo que opine la Iglesia. Para mi ya perdio su credibilidad. Que la prelatura tenga tanto poder frente a la Iglesia, supone una correspondencia de la Iglesia a la obra. O sea en este caso si se puede decir que son culpables el que corrompe y el que se deja corromper. Para mi la Iglesia no tiene derecho a que se le aplique un rasero menos exigente que el que aca algunos le quieren aplicar a algunos exmiembros de la obra.

Saludos a todos,

Austral






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