¿Dónde estuvimos? ¿Por qué estuvimos tantos años...?.- JP de Argentina
Fecha Saturday, 14 February 2004
Tema 040. Después de marcharse


¿Dónde estuvimos? ¿Por qué estuvimos en ese lugar tantos años...?

Leo y releo las respuestas, múltiples, a estos interrogantes, y aún sigo leyendo la WEB, buscando más respuestas.

Al principio, fue sólo por leer anécdotas, por la curiosidad y placer de ver, por escrito y relatado por otros, lo que yo mismo había vivido, y casi nunca había contado. Por el chisme, si se quiere.

Y seguí leyendo. Historias, opiniones, más anécdotas, todas aparentemente similares. Pero cada una me llegaba a lo más hondo, cada una me afectaba y me removía y me golpeaba el alma.

Tuve miedo. Porque, al seguir involucrado, al seguir leyendo, me daba cuenta de que estaba entrando en una dinámica, en una historia con final incierto: pues GRAN PARTE DE LO QUE YO HABIA DADO POR CIERTO, Y POR BUENO, NO LO ERA.

Un día me di cuenta de que ya no sentía al Opus Dei como algo bueno. Allí no había errores humanos solamente: allí había un sistema que hacía mal a las personas, que me había hecho mal a mi. Y lo peor, es que no podía culpar a nadie, justamente porque las personas no eran culpables. Todos son víctimas. Los que ahora entran a la WEB a insultar, con fanatismo, con rabia no disimulada, también. ¿Contra quién descargar la bronca, la impotencia? ¿Contra los directores, hoy en un cargo, mañana en otro y pasado mañana escribiendo en la WEB? ¿Contra Mons. Escrivá, canonizado, santo? ¿Contra la Iglesia, que del Opus Dei, no sabe NADA?

¿Dónde estuvimos? ¿Porqué estuvimos en ese lugar, tantos años?

Un lugar, una institución, que me sacó la única arma que tengo para salvarme, fuera de la gracia: mi conciencia. Que, en lugar de la conciencia, puso una regla milimetrada, afuera de mi, que me decía qué estaba bien, y qué estaba mal, qué podía y qué no podía hacer. Afuera del Opus Dei, reinaba el mundo del pecado: en la Iglesia misma, que estaba mal, muy mal ("¡qué mal está la Iglesia, hijos míos!). Los de afuera, pecaban o no, según se los comparara con esa regla milimetrada. Para nosotros, los de adentro, existía otro régimen, pues ya estábamos salvados, previa perseverancia en el Opus Dei. Para cuya realización, bastaba hacer las normas y ser sinceros. Esa era nuestra regla. Si pecábamos, con los pecados de los de afuera, no pasaba nada. Nunca pasa nada. Para los de afuera, sí que era grave, serio. Para nosotros en cambio, no. Confesión, charla con el director, y listo. Pero cuidado, que ese pecado, cometido afuera del camino, tiene otro significado, otras consecuencias. No te salgas del camino.....

Y seguí leyendo. Y caí en la cuenta, luego de que se derrumbara, definitivamente, el Opus Dei ¡¡al cual creía fuera de mi vida!!, que lo que creía doctrina segura, no lo era tanta. (Quizás por eso no me hacía feliz). Para dar un ejemplo práctico, caí en la cuenta de que Ratzinger, Von Balthasar, Rahner, prohibidos para mí, estudiante de filosofía, por el índice de Mons. Escrivá, santo, ahora son estrellas.

Y como no leí a ninguno de los tres, me importa un bledo. Lo que me afecta, es no saber dónde está la verdad. Porque ya no tenemos esa falsa seguridad de la "doctrina verdadera", la doctrina "verdaderamente cristiana".

Creo que no se nada...... O sí, algo sé. Sé que, a pesar de las angustias, dudas, problemas, tribulaciones de la vida, soy feliz, porque soy libre. Porque mi persona funciona con todos sus elementos. Aunque me quede un largo camino por recuperar la conciencia, por buscar la verdad.

JP de Argentina







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