El Sábado, 16, tuvimos el "I Encuentro en Murcia" de Ex-miembros de ambas secciones.

Nos reunimos un buen grupo de Murcia, Cartagena y Elche. Vinieron familias completas con sus hijos, bebés recién nacidos, ex-aspirantes muy jóvenes, ex-profesores de la Universidad de Navarra, sacerdotes diocesanos que habían sido curas numerarios, etc. Por aquello de los 5000 kms nunca antes había hablado con numerarias auxiliares, en este caso ex-numerarias auxiliares. Impresionante. Menuda delicadeza y ternura en el trato, aparte de guapas, que también en esto llamaban la atención.

La comida en su dimensión gastronómica estuvo muy bien (enhorabuena al organizador), pero mejor aún fué la sobremesa, que prolongándose hasta casi la hora de cenar, sirvió para ir pasando de la presentación de cada uno a contar anécdotas, sucedidos, historias casi increíbles, todo en un clima muy, muy, muy grato. No voy a pasar a relatar detenidamente la misma. Sólo una semblanza escrita rápidamente de mis impresiones.

Prácticamente todo lo que se dice en opuslibros sobre el opus salió a relucir: el opus como secta, re-escribir la historia, cambiar páginas de crónica o noticias, maquillar los documentos internos, la venta de acciones de empresas, fomentar los gustos de los cardenales, la captación de menores, la instrumentalización de la amistad, la anulación de la mente, el pensamiento único y anticuado en filosofía y teología de la Universidad de Navarra, el opus y Juan Pablo II, la turbosantidad, el opus y Ratzinger, la pérdida de influencia en el Vaticano, etc., etc.

Lo bueno de la sobremesa (no quiero llamarla tertulia) es que lo que allí se decía no era que dicen que dicen que han dicho, sino que quienes lo contaban eran los propios protagonistas de estas acciones realizadas por ellos mismos en su época de miembros del opus. Esta es nuestra fuerza: la verdad de lo que hemos vivido.

Al final se hizo tan de noche que no nos hicimos una foto de familia para el "Quienes somos". Queda esto pendiente para la próxima reunión. Tenía que volver cada uno a su casa. Otra cuestión graciosa. No graciosa, más bien triste. Algunos participantes del encuentro, hijos e hijas de supernumerarios, le habían tenido que decir a sus padres que iban a casa de un amigo para dejar a los padres tranquilos, porque si les decían la verdad, reunión de ex, tormenta familar, y ya bastante tensas estaban las cosas entre la madre o el padre supernumerario y el hijo o hija ex. De esto también se ha hablado ya mucho en opuslibros ("Nosotros somos vuestros hijos y vuestros hermanos"), pero es triste que sea así. Se quiera admitir o no es una desestructuración de la familia.

Termino ya. Para mi fué una experiencia muy enriquecedora. Ahora sé de que color son los ojos de quien escribe con este o aquel nick, cual es su tono de voz, como gesticula, como sonríe, como se exalta. Y pienso que desde el pasado Sábado 16 tengo muchos más amigos y amigas, pero no amigos de cualquier tipo, amigos de los buenos, de los de verdad, de esa verdad en la que Pablo de Tarso fundamentaba la auténtica libertad.

Un cordial saludo a todos y a todas
Marco Polo

P.S. Enhorabuena a José Antonio por su escrito en contestación a Lidia, es genial.