Para Agustina y para todos.- Pentium
Fecha Monday, 18 December 2006
Tema 900. Sin clasificar


Querida Agustina y todos:
 
He leído tu comentario a mi escrito y entiendo lo que comentas: que dichas expresiones están dentro de un contexto determinado. Quizás leí el artículo de Ruta de Aragón demasiado rápido y sin darme cuenta de que dichos “palabros” entraban dentro de una determinada situación.
 
De todos modos, quiero decirte a ti y a todos los visitantes y lectores de esta web varias cosas. Para tratar de ser conciso, me permitirás que lo escriba “a golpe de puntos”, pues así no me enrollo, con el consiguiente peligro de somnolencia que puedo provocar entre mis lectores:
 
1.- Sobre que algo sea “cuestión de cojones”, pocas cosas en la vida hay. A mi entender sólo una…
 
2.- Sabes muy bien que esta expresión es “an very tipical spanish expression” y significa ser valiente, atreverse, tener valor,… ¿lo pillas?
 
3.- En mi caso concreto, no tuve suficientes atributos para entrar. Entré como quien entra en El Corte Inglés. ¿por qué? Mira, no lo sé, pero lo que se demostró al cabo de 18 años es que aquel no era mi sitio. Sin embargo, sí que los puse –es una manera de hablar ;-))- encima de la mesa para irme.
 
4.- Si ese curita le dijo lo que le dijo a tu hermano, o si esos numerarios le dijeron a  Ruta de Aragón lo que le dijeron, pues mira, considero que se equivocaron. Las cosas no van así. Porque si hay que tener “eso” para ser numerario, también hay que tenerlos para ser trapense, cartujo, para casarse, para ir al ejército, para tirarse en parapente o para hacer puenting.
 
5.- Algunas personas en el Opus Dei, piensan –y creo que esto está cambiando en los últimos años- que el que decide casarse es porque es egoista, porque no ama, porque no se aguanta, o porque no tiene cojones. Pues si para algo no se necesitan es para ser numerario. De hecho, en mi época, había un chiste que decía: “¿sabes en qué se parece un numerario a un árbol de Navidad?. Que los dos tienen las bolas de adorno”. Y con esto no quiero desmerecer al que sea numerario. Si es lo suyo, que tire “palante”. Si no lo es, que se vaya, porque se hará mucho daño.
 
6.- Lo importante no es cuestión de atributos. Lo importante es querer estar donde Dios quiere que estés. A mi Dios –hablo por mi, que conste- me pidió después de 18 años como numerario en el Opus Dei, que formara una familia, que amara a una mujer, que Le quisiera como persona casada. Aquí estoy, soy feliz, muy feliz. Cada uno en su sitio y Dios con todos. Porque si uno no está en su sitio, todo chirría, y después se puede pasar la vida lamentándose, auuuuuuu!!!!
 
7.- Sólo puedo hablar de lo que conozco. Y algo que conozco es mi caso, mi salida del Opus Dei. Cuando ésta se produjo y durante los meses que duró mi toma de decisión, nadie me dijo que fuera maricón, cabrón, mala puta. Simplemente me planté, mostré el tema, recé y me piré. Y si alguien me hubiera dicho esas lindezas, de entrada, se hubiera equivocado, segundo, se hubiera pasado siete pueblos, tercero, igual le hubieran tenido que llevar a Hospital Central.
 
Abrazos
 
Pentium








Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=9011