Consejos para Lidia.- José Antonio
Fecha Wednesday, 13 December 2006
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Me imagino que vamos a ser muchos los que te demos el consejo que pides.

 

Sobre la situación de los aspirantes te remito a un escrito que titulé “El galimatías de los aspirantes” (28-5-2004), donde podrás comprobar que los directores te han engañado al decirte que ser aspirante no supone ningún compromiso.

 

Convertirse en aspirante supone echarse sobre los hombros el compromiso de la palabra dada, es decir el compromiso de la conciencia, o dicho de otra manera, un compromiso total porque una persona normal no puede escapar de su conciencia (la conciencia de los del opus es otra cosa porque en general la tienen tan deformada que para conseguir sus fines proselitistas muchos mienten lo que haga falta sin que ello les plantee problemas de conciencia). Y entonces ya es difícil salir de la trampa de la vocación.

 

No es lo habitual que los directores hablen con los padres de un menor sobre su posible vocación, y mucho menos que pidan su consentimiento de los padres, pero excepcionalmente está previsto que se haga, cuando lo exija –dicen ellos- la caridad...Es decir, cuando el previsible desamparo en el que quedarán los padres en el futuro resulta tan escandaloso que conviene obtener su consentimiento para poder tapar bocas en el futuro (a los propios padres que dieron su consentimiento, al propio hijo si algún día se queja de la situación en la que están sus padres por su falta de su ayuda, incluso a la propia Iglesia).

 

Te sugiero que leas los escritos que titulé “Lecciones de caridad para la Iglesia” (30-5-2004), “Concreción de la vocación en virtud del dinero” (30-5-2004) y “La perversión del lenguaje” (30-5-2004).

           

Lo bueno que ha descubierto tu hijo en el club sería magnífico si fuera auténtico, pero es irreal... Lamentablemente casi todo lo que ve –lo que veis- es sólo una pantalla que ofrecen los del opus, una puesta en escena muy bien organizada...

 

Hasta el amor de Dios que ha descubierto tu hijo es engañoso porque no es más que un reclamo para que, por amor a Dios pida la admisión en la opus de dei...¿Crees que en algún momento le dirán que por amor de Dios se vaya de misionero?... ¿Crees que en algún momento le dirán que por amor de Dios ingrese en el seminario diocesano?... ¿Crees que en algún momento le dirán que por amor de Dios forme una familia ejemplar y se ocupe de que sean felices su mujer y sus hijos?...Pues no, no le dirán ninguna de esas tres cosas porque lo único que ellos quieren es que tu hijo pida la admisión en el opus dei como numerario... sólo les importa eso.

 

El opus va a lo suyo, que es conseguir prosélitos para el opus...Y los buscan entre los niños, en los clubs. Mientras piensen que pueden captar a tu hijo seguirán atrayéndolo, incluso durante uno o dos años más, si creen que todavía puede caer en la trampa...Pero en cuanto tengan claro que tu hijo nunca va a pedir la admisión se convertirá en un estorbo para ellos y procurarán no perder el tiempo con él... ¡Esa es su manera de entender el amor de Dios!...

 

Ellos no hacen nada gratuitamente... si dan formación cristiana no es para que en el futuro haya buenos cristianos, ni para aumentar el número de misioneros, ni para llenar los seminarios diocesanos, sino para enseguida exigir la contraprestación, es decir, que se les entregue la vida... Suena fuerte ¿verdad?...

 

Ellos le dan a tu hijo unos caramelos (amor de Dios, formación, amistades, actividades divertidas, deportes, un club de lujo, y promesa de salvación eterna) y a cambio –con 14 años- le piden su vida...¿Te parece cristiano?...¿No deberían regalarle los caramelos sin pedirle nada a cambio?...

 

Yo creo que tu deber es decirles a los del opus que no, que no, y que no; tres veces, para que les quede claro... y  a tu hijo, que cuando sea mayor él decidirá, pero que de momento tú no das tu consentimiento y le pides a él que tampoco lo dé (y que, si lo ha dado ya, que lo retire).

 

Lo anterior requeriría una pausada y profunda conversación que deberíais tener tu marido y tú con tu hijo sobre la vida misma...

 

Explicadle que necesitará todavía algunos años para alcanzar la madurez necesaria para tomar decisiones que comprometan su vida...(habladle de vosotros, de cómo llegasteis a la madurez, de cuándo decidisteis comprometer vuestras vidas, de los riesgos de éste tipo de decisiones)...

 

Explicadle que no es oro todo lo que reluce, que muchas veces las apariencias engañan, y que es frecuente que quien te quiere engañar te ofrezca su cara más amable...

 

Explicadle lo que es la Iglesia, que se ha equivocado muchas veces y que ha pedido perdón y ha corregido sus errores muchas veces...

 

Explicadle que hay estafadores profesionales, algunos muy simpáticos –son los mejores estafadores- que viven engañando a la gente para conseguir lo que ellos quieren...

 

Habladle a tu hijo de la página web opuslibros.org y pedidle que lea algunos testimonios, o que lea cuanto quiera, y que contraste lo que le han dicho en el club con lo que aquí se dice...

 

Una vez que vosotros habléis claro con vuestro hijo –quizás durante varios días, quizás durante meses- sólo queda esperar que comprenda y acepte que el opus es un peligro que hay que evitar.

 

Por otra parte, caso de que tu hijo responda favorablemente, puede que te plantee él mismo la necesidad de dejar de ir por el club o de ir menos y empezar a buscar entretenimientos alternativos. Si no lo plantea él, tendríais que plantearlo vosotros, ofreciéndole soluciones, por ejemplo, en la parroquia (en la vuestra o en otra en la que sepáis que organizan actividades para niños de su edad); en algún club deportivo; en alguna academia de música, de teatro, etc. Esto requiere tiempo, pero, por favor, ¡que no haya que "morir" en el club del opus por falta de iniciativas vuestras!

 

Tu hijo se puede torcer como cualquier hijo de cualquier familia, vaya al club o no vaya...Conozco algún caso llamativamente torcido -alcohólico y mendigo- a pesar de que sus padres llevaron siempre al chaval a un club...

 

Evidentemente es más cómodo “depositarlo” en el club y desentenderse un poco –o un mucho- de él, pero tienes el peligro en el que ahora te ves, que pueden captarlo para una institución tipo secta que ha hecho mucho daño a mucha gente.

 

Tu hijo está felíz porque no conoce la realidad, no sospecha que le han preparado una encerrona entre los directores y el cura del club, y simplemente está disfrutando de todo lo bueno que le ofrecen. Entre las cosas malas que tiene el opus es que sólo empiezas a enterarte de la realidad cuando estás dentro...¿Porqué no te lo dicen antes?...¿Para que no salgas corriendo?...

 

Si tu hijo pide la admisión como aspirante empezarán a adoctrinarlo de tal manera que en pocos años se convertirá en un extraño para vosotros. Es posible que incluso ya haya pedido la admisión y no se haya atrevido a decírtelo.

 

Si llega a ser numerario se irá a vivir lejos de tu ciudad y lo verás una vez al año (o dos, si tienes suerte) en visita de día y medio como mucho. Si lo necesitas como persona no estará a tu lado...Y si necesitas su ayuda económica, no podrá dártela...(la opus –no tu hijo- estudiará concienzudamente el caso y, si lo ve oportuno y no hay otros parientes que puedan ayudarte, te ayudará con una cantidad simbólica con la que intentará taparos la boca a tu hijo –convidado de piedra en ese asunto- y a ti).

 

Si en algún momento tu hijo piensa que el opus no es lo suyo lo presionarán de todas las maneras posibles para que no se vaya del opus, y si finalmente decide irse lo tratarán como a un traidor o como a un incapaz. Y si pueden, lo echarán del trabajo. ¡Así entienden en el opus el amor de Dios!

 

Mi consejo es que pongas todos los medios a tu alcance para evitar que tu hijo sea captado por el opus.

 

Recibe un abrazo, y cuenta con mi solidaridad y mi apoyo moral.

 

José Antonio.









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