Querido Nonno Libero,
te contesto en castellano para facilitar la comprensión de la mayoría de los participantes de la web.
Tu ultimo correo, al final, me despejó acerca de mis recuerdos relacionados al asunto del testamento. Cuando encontré en esta pagina unos modelos del testamento que es habitual hacer en España, no lograba entender que tenian de distinto del que yo hice en 1978, cuando me tocó a mí hacer la fidelidad. En el que hice yo, habia referencia a alguna obra corporativa (yo creo haber testado en favor de la Fondazione RUI, pero no estoy totalmente cierta), pero –creo recordar- era en carta libre y no el formulario que vi reproducido aquí; además había alguna cosa más que no lograba volverme a recordar. Y ahora, con tu ayuda, he vuelto a acordarme de esta carta que, por cierto, yo también escribì, aunque no recuerdo los argumentos utilizados.
Por cierto, me parecía por entonces muy poco posible que se utilizara en mi caso este documento, puesto que mi familia no tenía ningún bien que yo pudiera ereditar y del que, a mi vez, pudiera luego disponer, y no me parecía muy probable que iba a adquirir bienes viviendo en la obra, pero, como numeraria de buen espiritu que era yo por el entonces, tenía mucho deseo de hacer la fidelidad y el asunto del testamento le proporcionaba aún más solemnidad al momento que estaba viviendo.
Después de unos años de salir, al tener una hija y al adquirir propiedad de un pisito, de un coche y de poco más, he vuelto a testar de forma privada pero valida, según me aseguró una conocida mía que trabaja con un notario. No creo que se atreverían a utilizar mi antiguo testamento que nunca he vuelto a ver (la verdad que tampoco lo he requerido, hace años porque estaba cierta que no me lo iban a devolver, ahora a lo mejor sì, después que tantas cosas han salido a la luz en esta web, pero no tengo ganas de meterme en líos por cosas que puedo facilmente gestionar de otra forma).
Un saludo cariñoso para todos los participantes de la web, y especialmente para los italianos,
Aquilina
