Estimados amigos.
El lunes, se publicó
mi correo contestando a
Nicas. Como lo escribí de una tirada e inmediatamente lo envié, no detecté el error de "gaudem cum pacem", es "gáudium cum pace", por supuesto. En una novela de John Grisham, en el capítulo dedicado al juicio -siempre hay uno-, se desarrolla una escena en la que declara en el estrado un testigo fundamental para la acusación, un grupo contrario a las empresas tabaqueras. El testimonio que emite es imposible de refutar, sin embargo, el abogado defensor de las empresas intenta desvirtuar la validez del testimonio a partir de un minúsculo error en su declaración.
No vaya a ser que Nicas le haya contado a su amigo supernumerario el contenido de mi carta (o se la haya llevado) y éste haya intentado anular mis opiniones con el error del "
Gáudium". Por supuesto es la primera palabra con la que comienza la oración final de las "
Preces", la inmediatamente anterior a las peticiones dirigidas a los Arcángeles y y los Santos Pedro, Pablo y Juan.
Saludos a todos y a Nicas.
Daniel M.