La cuadratura del círculo.- Rocaberti
Fecha Monday, 27 November 2006
Tema 100. Aspectos sociológicos


Hola a todos:

En la correspondencia del pasado viernes, he podido leer una "instrucción a los directores", en la que se expone, con seguridad, que éstos cometerán errores en el ejercicio de sus funciones. Esto no lo oí en mis más de veinte años en ninguna charla, meditación o comedura de coco de otra especie. Siempre se recalcó la idenctificación entre la voluntad divina y la de los directores.

Si en los medios de comer el coco, llamados de formación, alguien hubiera expuesto que seguir las indicaciones de los directores podría ser un camino cierto o  erróneo, y lo importante era tenerlas en cuenta, para, después, decidir en conciencia, tal vez nuestra humanidad se huebiera desarrollado de otra manera, con mayor libertad y responsabilidad.

A veces en las distintas aportaciones de unas y otros, vislumbro el deseo de entender, de buscar una justificación jurídica y racional a la Obra. Es buscar la cuadratura del círcúlo. La Obra no tiene solidez humana, no se la puede entender: es  el producto de la voluntad y talento de una persona y sus más fieles colaboradores, quienes para darle consistencia y fuerza, la presentaron como una obra de Dios. Este es, para mí, el tema más oscuro de esta institución: hasta que punto los miembros de la "nomenclatura" tenían conciencia de este tinglado.

Cuando conocí la Obra, me sentí atraido por el "ambiente" del centro, tan distinto de los ambientes clericales de las parroquias, con interés  en el estudio. excursiones y una vida espiritual encarnada en la vida ordinaria. Después de entrar en la Obra, las primeras cosas que me desagradaron fueron: el culto al fundador; la famosa "entrega", que siempre era justificación para fastidiarme y tener que cortar con mis deseos, ademas, era algo nuevo, ya que antes de entrar en la Obra, níngún clérigo se había metido conmigo, diciendo que si estaba entregado o no; tener algun director que no me caía bien, con el que debía tener una intimidad intensa a través de la charla; el proselitimo salvaje y la organización totalitaria de la obra, ya que era una auténtica dictadura.  Alguien puede preguntarse:  ¿por qué no te ibas?  Respuesta: porque creía que el Opus Dei era algo divino y todo respondía a la voluntad de Dios. Así que quien cree esto, puede tragar con todo. Ocurre como en todas las religiones: el que está dentro es incapaz de ejercer su espiritu crítico, y si está muy dentro es capaz de hacer las mayores barbaridades, incluso crímines, pensando que cumple un mandato divino.

Un saludo.

Rocabertí









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