Siempre ha habido clases.- María Luisa
Fecha Friday, 24 November 2006
Tema 070. Costumbres y Praxis


         "Extendimos sobre el suelo el paño negro que se suele utilizar para el túmulo en las misas de difuntos. Se trajeron también cuatro candeleros. Se compuso bien, con todo amor, el cuerpo de nuestro Padre. Poco después, se le revistió -sobre la sotana negra- con el amito, el alba, la estola y la casulla roja. El alba era de batista de hilo, color marfil, con viso de seda roja bajo el encaje de Bruselas desde la cintura hasta los pies. Era el alba que el Padre usaba los días de fiesta. La habían confeccionado nuestras hermanas del Centro de Villa Sacchetti. Los encajes tenían dibujos con espigas, hojas pequeñas y guirnaldas de flores. La casulla roja era del taller de Los Rosales, y se empleaba en el oratorio del Santo Cristo, de Villa Sacchetti: de otomán, de estilo semigótico, con una tira central adamascada, bordada de galón de oro; en el centro, por delante y por detrás, el sello de la Obra. El forro es de seda roja". (Carta Alvaro del Portillo: “Nuestro Padre en el Cielo, 26-6-1975")

 

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Este [José de Arimatea] compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después, hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. (San Marcos, 15, 46)

 

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Siempre ha habido clases.

María Luisa









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