A Cuatropes:

Dices con tu Fundador: “Yo daría mi vida por defender vuestra libertad”.

Ni tú ni nadie del Opus daría por mí la vida si con mi libertad eligiese algo bueno, y mucho menos la daríais si eligiese algo malo. Esa frase, como tantas otras, es mentira en vuestra boca. Si fueran verdad no me habría ido del Opus.

Te ofrezco la oportunidad de demostrar que es verdad lo que decís. Con mi libertad quiero que vengas conmigo a la guerra de Irak a dar la vida por Jesucristo haciendo ver que somos cristianos. ¿Por Él darías la vida? Pues vamos y que lo vean millones de personas.

Tú no darías la vida por defender mi libertad. ¿La darías por Jesucristo? ¿Qué excusas estás buscando? ¿Que no es tu vocación? ¿Que tienes que obedecer y te dicen que no? ¿Acaso eres juez o fiscal y tienes que privar de libertad a algún hermano tuyo inocente mientras vas a comulgar día a día? ¿O eres un banquero o especulador que al salir de la Iglesia desprecia e impide ser libre a un pobre tirado en la calle? ¿Eres quizá de los que decidieron ir a matar a Irak como Trillo y compañía mientras el capellán castrense os daba de comulgar entre tiro y tiro? ¿No eres así? Pues quedemos y vayamos a ser mártires. Te garantizo el cielo “¡para siempre, siempre, siempre!”. “Concertábamos irnos a tierra de moros, pidiendo por amor de Dios, para que allá nos descabezasen” (Santa Teresa, Libro de la vida). Puedes ser santo donde estás, pero en vez de serlo te dedicas a defender una mentira.

Avefenix.