Hace unos días en un escrito publicado en esta web, y dirigido al prelado del Opus Dei, se le hacían una serie de preguntas, que desde luego no va a contestar, en relación con el tribunal constituido por la prelatura, para conocer y llevar adelante el proceso de canonización de Álvaro del Portillo.

Son ya varias las comunicaciones publicadas aquí, relativas a la figura jurídica de la prelatura, si es o si no es parte de la estructura jerárquica de la Iglesia, así como algunas intervenciones de prelado en simposios, entrevistas, etc., en el sentido de afirmar su posición respecto a este tema.  En alguna de esas intervenciones, el prelado muy suelto de huesos, afirma que en la Iglesia se logra un estatuto determinado, a base de crear doctrina y un estado de opinión… algo así como “a Dios rogando y con el mazo dando”.

Este tema del Tribunal va por ahí... Los tribunales que se constituyen para estudiar las causas de beatificación en primer lugar pueden ser mas de uno, radicados en distintos lugares, pero siempre dependen del obispo del lugar... ¿se dan cuenta por dónde van los tiros? …. Si la prelatura puede constituir un tribunal que conozca de las causas de beatificación de sus miembros, es porque forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia!!!!!!!

En el Opus Dei nada, absolutamente nada se hace porque sí, todo tiene una razón de utilidad.

Desde luego que es una barbaridad que el prelado actual y confesor del candidato sea prácticamente el único y principal testigo en el juicio, pero ¿es que alguien más conoció realmente al candidato?…. ¿Se han fijado que tanto el fundador como sus sucesores, y sobre todo estos dos últimos han vivido encapsulados y protegidos por sus “custode”s y dando al publico una fachada eternamente edificante?... ¿que comen prácticamente solos para que nadie note si le gusta o le disgusta algo? Que solo van por ahí sonriendo y dejando en la mente de quienes los ven y los oyen testimonios generalmente positivos de una santidad apabullante?... ¿Quién puede testificar otra cosa?

Seguramente muchos de los lectores habrán experimentado de primera mano o sabrán de otros que lo hayan experimentado, el palo que cae de arriba cuando uno comenta o incluso escribe un testimonio que pueda siquiera parecer menos edificante, sin importar que sea absolutamente cierto. A mi personalmente me paso….!!

Yo me pregunto a veces: ¿habrán, los seguidores de Francisco de Asís, maquillado al santo? ¿Habrá tenido “custodes” que lo protejan de los fursios que podía acaso decir, que le soplaran al oído lo que tenia que contestar o comentar para que cuando se abriera su proceso, todo fuera bueno, todo fuera santo y no pudiera haber nadie que pudiera mostrarlo mas humanamente humano? ¿Por qué se empeñan en no permitir que se encuentre la explicación humana y hasta sobrenatural de algo así como la cachetada que el futuro San Pío X, aquejado de un dolor de muelas, le propinó a su hermana protestona?

Haenobarbo