Suficientes complicaciones tiene la vida misma como para…- Armando
Fecha Friday, 27 October 2006
Tema 900. Sin clasificar


 

Hola a todos!

 

Voy al grano. Suficientes complicaciones tiene la vida misma como para venir a complicarla más. Y eso lo afirmo al leer lo publicado desde el viernes último y me permite así responder a JFT y a Max, esto a la luz de la carta de Agustina del miércoles 25.

 

JFT nos propone marcar distancias en cuanto a la crítica que se le pueda hacer al Opus Dei y concuerdo con la nota anexa de Agustina, en el sentido de pedir una aclaración sobre el por qué de tanta insistencia de hacerlo. Al leer tu texto JFT pienso en la forma en que se le podría plantear tal pretensión a personas como Brisas y Amandus que nos han contado hechos reales que atentan contra la caridad cristiana, contra los más elementales derechos humanos fundamentales si lo quieres ver así también. En pocas palabras, contra la más mínima educación que se podría esperar de ciertas personas. Esto por poner dos ejemplos recientes de los múltiples que te podría enumerar.

 

Suficientes años hemos pasado encuadrados en un pensamiento único como para que ahora se invite a los que frecuentamos esta web a seguirla reproduciendo. De acuerdo que es tu opinión la cual respeto pero no comparto,  pero de eso a presionar para que la atención sea puesta en ese punto hay una gran distancia.

 

En mi caso particular con muchos estoy de acuerdo, con otros discrepo pero eso es lógico en un foro como este en el cual la libertad de expresión es una de sus máximas, esta entendida como el respeto al lector, a la lectora y conciente que es la opinión personal de los que escriben. No sé trata tampoco de estar polemizando por la gana de hacerlo, sino que estos debates tengan sentido y en ese punto es donde no encuentro la razón de ser de tu insistencia.

 

Si a la conclusión que quieres que lleguemos todos es que la Obra es una institución buena, pero que son algunos los que impiden que se desarrolle tal cual es el carisma fundacional de la misma, entonces dilo claro y sin tanto rodeo. Cada quien ya te responderá como lo crea conveniente, en el uso de su libertad la cual no debe ser pisoteada por nadie ni aún solapadamente.

 

Esto encaja perfectamente con las cartas de Max. Al leer la primera me sedujo a plantearme escribirle una respuesta, no obstante lo dejé pasar por una serie de cosas que no viene al caso plasmar por escrito. Pero con la segunda carta intuyo cierto morbo en cuanto a lo que se pregunta machaconamente. Si me baño con agua fría, tibia, caliente o hirviendo ya queda en mi fuero interno y en la actualidad estará determinada a las condiciones climáticas de mi entorno al momento de meterme a la ducha. Es una decisión exclusivamente mía y que a nadie compete. Si antes lo hacía por mortificación cae en la misma situación antes expuesta, obedecía a una decisión mía, que fuera libre o no es otro tema, pero en última instancia era yo quien en mi fuero interno aceptaba aquello o no.

 

Pero lo que más me sorprende es que califiquemos a aquellos que han abandonado la fe como los que han cumplido a cabalidad la “profecía” nefasta del fundador para los que se iban. Eso me parece una falta de caridad sacarlo a colación acá y más aún, satisfacerse por comprobar que no han abandonado la fe.

 

En cuestiones relacionadas con esta materia debemos evitar caer en los fundamentalismos, porque en los aspectos religiosos tan fundamentalista se puede ser en una como en otra religión. La libertad individual es la base en la cual se ha construido la civilización occidental y venir ahora a juzgar a un grupo por el número de personas que hacen esto u lo otro, me parece una falta grave de respeto y poca seriedad al plantear los cuestionamientos que puedan generar un debate que enriquezca a todos. Especialmente en esta web que lo que busca es ser un punto de apoyo, de ayuda, de reconstrucción de la vida de aquellos que nos hemos ido y nos hemos quedado solos en ese empeño.

 

Juzgar desde parámetros exclusivistas me hace recordar una lección de una convivencia de estudios, la materia era una de las historias de la Filosofía. Pues bien, en ella el profesor se dedicó a echar pestes a Dum Escoto, dijo de todo sobre aquel filósofo porque no se limitó al análisis de su planteamiento filosófico sino que fue a otros aspectos que no competían con el tema que explicaba. Años más tarde el filósofo en cuestión era Beatificado por Juan Pablo II. Los expertos en Filosofía me corregirán si me he equivocado con este dato, pero a lo que quiero llegar es que la santidad se puede alcanzar en cualquiera otra institución de la Iglesia. Asimismo el grado de santidad lo puedes encontrar en personas que profesen otras religiones y aunque esta afirmación cauce rasgaduras de vestiduras esto lo hemos comprobado en muchos casos.

 

El hacer el bien, el preocuparse del prójimo no es exclusividad de unos pocos, es de todos, independientemente de la religión que practiquen y si creen en Dios o no y toca a cada quien afrontar esta responsabilidad o eludirla. Pero nadie, absolutamente nadie sobre esta tierra, está facultado para decir quién se va a condenar. Ni Jesucristo lo hizo y eso que es Dios para que ahora vengamos nosotros a pretender emularlo a Él.

 

Si mi apreciación ante la lectura de las cartas aquí comentadas es errónea, agradezco de antemano las  observaciones pertinentes para clarificar mis opiniones y si es necesario para rectificarlas públicamente como es debido. Porque lo que he expuesto acá entra en el ámbito de lo subjetivo y que en ningún momento pretendo que sea la última palabra sobre la cuestión.

 

Para terminar y no por eso es menos importante, felicito a Agustina por su explicación expuesta en su carta, su texto da luces claras sobre los acontecimientos que merece la pena mencionar constantemente para fundamentarnos en hechos reales.

 

Un cordial saludo

 

Armando









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