Hola a todos:
He leído las respuestas a las preguntas de Max, sobre que había sido de tanta oración, normas, etc en los que se habían ido. La verdad, es que la respuesta depende de cada caso particular, del camino que cada persona haya tomado en su vida tras dejar la Obra.
En principio, se supone que toda persona que se acerca y comienza a vivir alguno de los planes que le proponen en un centro, tiene vocación personal a ser cristiano. Dios le llama a ser cristiano, su amigo en esta vida y la futura, el asunto es descubrir exactamente a qué camino. Lo cual es más díficil de lo que el Opus Dei plantea. Para ellos, parece que cualquiera que se les acerque tiene "vocación" a lo suyo.

Como me dijo un sacerdote jesuita, recalcándolo claramente, todos tenemos vocación que es personal. El asunto es saber luego de que tipo dentro de las numerosas de la Iglesia (sacerdotal, consagrada, laical -en asociaciones, o individual en una parroquia-).
Pienso en aquellos que se acercan a la Obra, y luego descubren que esa no es su "vocación"¿qué camino toman?.

Supongo que vosotros podréis mejorar mi clasificación, pero yo veo las siguientes clases:

1.- a) Los que ven que Dios los llama a "consagrarse" a El. Que en vez de la "pseudo-vocación consagrada" que es la Obra (donde no hay votos pero los "compromisos serios y cualificados" exigen lo mismo o más que los votos) lo suyo es realmente una verdadera vocación consagrada. El plan de vida de la Obra no es el de su vocación y encuentran que su camino es aquella orden religiosa... o ese otro instituto secular (este si un verdadero instituto religioso).
b) También hay quienes ven que lo suyo no es esa "vocación al Opus Dei" tan exacta (en las exigencias) a una vocación consagrada y se ven mejor en esa asociación de fieles que es vocación realmente laical...
O los que viendo buenas las enseñanzas de la institución, y beneficiándose de ella en algunos temas de "formación" se dan cuenta que no pueden con su peculiar "estilo de vida" y que su camino real es el de "cooperadores del Opus Dei" (Asociación internacional de Fieles, según el repertorio del Vaticano).
Todos estos son los que se van "bien" del Opus Dei.

2.- Otros, quedan heridos por ese "determinado" estilo de vida cristiana, que les agobió sino produjo daño -no se adaptaba a su naturaleza, por tanto no podía ser su vocación-. Este "estilo de vida" forzó su naturaleza psicológica o física y les hizo sentirse mal mucho tiempo. Nunca fue lo suyo; pero, se engañaron ellos o quienes les introdujeron en el Opus Dei.
a ) De estos, algunos aunque estén "resentidos" con la Obra, no dejan de rezar, pues mantienen su relación con Dios. Ellos no hacen pagar a Dios lo que les pasó en la Obra. (Tampoco lo hacen con la Iglesia). Pasarán totalmente de los centros, etc del Opus y quizás iran a Misa lo justo. Ya que si quedan "escocidos" de tanta práctica "agobiante" puede que la rebajen, pero algún día pueden recuperar un trato normal con Dios. Normal, pues será el correspondiente a su verdadera vocación personal. Con el tiempo y al igual que Jesucristo, perdonarán al Opus Dei.
b) Los hay, sin embargo, que quedan muy resentidos contra el Opus Dei. Su sufrimiento pudo ser grande y no cejan en su resentimiento, que se hace crónico y aumenta con el tiempo, pudiendo llegar al odio y el desprecio reiterado e irracional, incluso. Acaban viendo a todos los miembros de la Obra como malvados y a esta como "secta". Si la Iglesia no les hace caso (o quizás, Dios) pueden llegar a abandonar la Iglesia e incluso a Dios. Quizás lleguen a vivir un estilo de vida opuesto en la práctica a las enseñanzas de Dios y de la Iglesia.

Pienso que de estas clases ha habido bastantes testimonios en esta página web, que es sin duda, un buen muestrario de ex-miembros del Opus Dei, pero en estos meses que he estado leyendo esta página he visto pocos de los del "tipo 1" y quizás, muchos más del "tipo 2".

Un saludo,
Daniel M.