Hola a todos los orejas!

Este correo lleva un poco de todo, siguiendo el ejemplo de Bepo de este miércoles, porque me gustaría comentar con vosotros varias cosas.

En primer lugar, responder a Marsm, que el día 13 de octubre pedía consejo sobre qué hacer con su sobrina que "se marchó la semana pasada". No nos cuentas todas las circunstancias, pero yo creo que tú mismo, o misma, tienes la respuesta. Dices que has hablado largo y tendido con ella y habéis comentado sus problemas, complejos y "traumas", eso ya es un paso muy grande, demuestra que tiene confianza en tí y por ello creo que tu papel en esto es importante. Puede que me equivoque, pero normalmente en el opus no raptan en sentido literal a las personas, al menos no conozco ningún caso de alguien que se haya ido al opus y haya dejado a su familia como huyendo sin dejar rastro. El "rapto" por llamarlo de alguna manera, es más sutil, es de la voluntad. Parece que la causa de que no quiera deciros donde está se encuentra en una falta de entendimiento familiar, tal vez teme que su padre se presente donde está y la trate con dureza. El poner a los hijos en contra del opus con enfados y malas caras es un error. Por poner un ejemplo: si te enamoras de alguien que no gusta a tus padres y éstos te prohíben cualquier trato con esa persona y te atacan por ahí, te están dando donde más te duele, y probablemente provoquen que te cueles por él/ella hasta las trancas, más de lo que estabas, te empujan hacia él o ella irrremisiblemente. Aquí pasa tres cuartos de lo mismo. Ella puede haber visto en su casa que su padre, con toda su buena intención, le regaña y la trata como una niña pequeña que debe hacer lo que él le ordena, y que en el opus la tratan con cariño, la escuchan y le hacen creeer que es ella la que toma las decisiones, cuando en realidad tal y como la describes no está en condiciones de tomar una decisión importante pues se encuentra en un momento muy vulnerable. Esto lo saben aprovechar en la obra y de qué manera.

Te diría que sigas manteniendo el contacto con ella, y que sobre todo le digas que en su casa la esperan con cariño, con ganas de abrazarla y de darle un beso. Que si quiere volver y quedarse con sus padres y no quiere hablar del tema, pues todo olvidado, ya se irá soltando. Sobre todo no le hagáis reproches, queredla mucho y que lo note, estará sufriendo y lo va a necesitar. De todas formas si quiere seguir en el opus, lo mejor sería que siguiérais teniendo con ella un trato amoroso, y que le dejéis claro que, si algún día descubre que eso no es lo suyo, puede volver sin problema, que ahí está su familia y su casa, y que no le echaréis nada en cara. Si la obra le falla, como nos lo ha hecho a muchos, vosotros no podéis hacerlo, debéis estar siempre con ella. Espero que tengas suerte.

Para Max, que pregunta sobre las prácticas de piedad, o normas de piedad. Mi experiencia personal es más positiva que negativa. Las normas son muchas y el problema es que la piedad llega a resultar algo estresante a veces. De esta forma, puedes acabar haciendo todo de manera mecánica. Pero he tenido momentos en los que me he sentido muy cerca de Dios, y todavía ahora noto esa huella en mí. Por ejemplo te diré que la filiación divina, el sentirse hijo de Dios y querido por él, abandonarse en sus manos, es muy consolador, además de un sentimiento precioso. De todas formas no es una idea propia del opus, aunque en él se fomenta mucho. Recuerdo un curso de retiro que hice en Molinoviejo en el que sólo llegué a una conclusión: que era muy poca cosa y muy imperfecta. Este sentimiento me dejó con una gran paz. Si tenía pecados no podía desesperarme ni agobiarme, soy un ser imperfecto, me dejé en manos del Señor, que me quiere así, como soy. Esto es muy difícil de explicar, cuando se lo comenté al cura me dijo: después de esto podrías dar por terminado el curso de retiro, ya has llegado a lo más importante, ahora disfruta de Dios un poco. Pasé dos días como en la gloria, de verdad, fue una experiencia preciosa. Pero claro, estas cosas no se explican así sobre papel, hay que vivirlas. A mí me ayudaron algunas de las normas, otras me resultaban tediosas. Los exámenes de conciencia no me aportaban nada, eran bastante impersonales, los círculos otro tanto de lo mismo. Pienso que el problema de las normas en el opus es que se aprovechan no para acercarte más a Dios, sino a lo que llaman el espíritu de la obra. Es una pena, pero algo que puede ser maravilloso y gratificante se convierte en un medio y no en un fin, además el hacerlo por obligación y con el tiempo contado es algo absurdo. O tú te planificas para hablar con tu pareja todos los días 1 hora?, pues hay tardes que me quedo hablando con mi marido y nos dan las 2 de la mañana y dormimos sólo 5 horas, pero aprovechamos el momento mágico. Cronometrarse no es amor, es obligación, es mirar el reloj, es frío.

En otro orden de cosas, veo que ha aparecido un tema a debate interesante en la web, sobre la bondad o no de las personas que pertenecen a la prelatura. De entrada creo que hay de todo como en botica, y una vez analizando uno por uno, creo que encontraríamos a mucha gente buena que está tan metida en el sistema que se acartona. Pensad en vosotros mismos, sois buenas personas? yo diría que la mayoría, por no decir todos sí, por lo que escribís, por como respondéis a los demás con respeto y con mucho cariño en muchas ocasiones. Cuando estábais dentro os comportaríais como inquisidorcitos, unos más otros menos, y muchas veces actuaríais por obediencia y en contra de vuestra conciencia. Es una opinión pero creo que los pitables suelen ser personas que se destacan por ser alegres, más o menos estudiosos, afables,...y tan generosos e inocentes que con un sí entregan toda su vida, decididos hasta la muerte. Habrá que plantearse qué pasa luego, por qué aquella chica tan alegre se volvió huraña, por qué la que tenía tantas amigas se encierra en sí misma, por qué aquella que no paraba de hablar hasta el aburrimiento se queda callada en las tertulias, por qué hay gente que llora escondida en un rincón del oratorio... Quiero a mucha gente que está dentro, y quiero pensar que no han querido hacerme daño, simplemente están programados y a veces sufren la contradicción en su interior.

Un abrazo muy fuerte a todos y que tengáis un felíz fin de semana. Emevé, me alegro de que tu peque duerma toda la noche, disfrútalo y por favor sigue soñando. Tu carta del otro día me hizo soñar también a mí un poco y ya ves, hoy parece que estoy más positiva.

Besos cariñosos, también a los del otro lado.   

Karen30