Para Dionisio, a proposito de su respuesta a Australopitecus.- Carocha
Fecha Monday, 16 October 2006
Tema 060. Libertad, coacción, control


Querido Dionisio,

Es posible ser bueno en la Firma, manteniendo la razón viva, creativa, saludable, no teniendo que mirar a otra parte para no ver lo que hacen dentro en una base diaria, institucional, y no siendo una excepción al pecado original :)))))))))? Tus ejemplos me parecen perfectos :))

Yo estoy fuera hace mucho, pero los buenos que conocí estaban marginados/amargados/ atascados en pastillas, o los tres. Nunca se me olvidará un curso anual en que una numeraria intelectualmente brillante casi caía para delante, como un bebé, en la silla, durante la tertulia, día tras día, y dejaba escurrir la baba por encima de su ropa, con todas mirando a otra parte y dos de las mayores murmurando entre ellas: "Mejor ni mirarla! Mejor ni mirarla!" Me acuerdo de gente tan amargada que daba miedo darles los buenos días, pero, si les hablabas con calma, a veces te respondían bien. No me acuerdo de ninguna excepción al pecado original :))))))

Pero el centro de la cosa me parece que está antes: todo esto se hace en la Firma porque son salvajes. Es muy fácil dominar a la gente, si se prescinde del respeto a su conciencia. Es un arte perfectamente estudiado, perfeccionado, publicado. Pero claro, quienes lo usan son gente habitualmente no muy respectable: publicitarios, políticos, jefes de sectas... O sea, perdona discordar en parte, pero el problema es, antes de más, teórico: es posible llegar a ser persona, persona buena, persona santa, dentro o fuera de la Firma, sin el uso libre de la razón? Una muy vieja y un tanto aburrida cuestión, y sigue ahí precisamente porque es tan irresistiblemente fácil entrar en los mecanismos de funcionamiento de las personas para manipularlas. Basta con clicar en los sitios ciertos: en el amor a Dios, por ejemplo. Por eso, cuando se dice "Yo conozco a gente buena en el Opus Dei", que es exactamente lo que se está diciendo? Es tremenda, la perversión de todo esto, porque entonces resulta que lo que se afirma de esos buenos es que viven una vida no humana. No es un problema original de la Firma, pero es profundamente anacrónico y muy serio, porque esta firma, que es, en versión suave, una asociación de malhechores, encuentra guarida en la Iglesia, en los días de hoy.

"Que cousas, menino, que cousas!" como diria "aquela tia Doroteia de que fala Júlio Dinis"...

Carocha









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