MI AMIGO RJ.- carmens
Fecha Monday, 16 October 2006
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Hola a todos! Hace unos días me presenté en esta web con mi testimonio ME FUI Y SOY FELIZ, pero leyendo los recuerdos de algunos de ustedes, vinieron a mi mente algunos recuerdos de un amigo que también era numerario por aquellos días, hace unos doce años. A quien voy a llamar en este texto RJ.

Creo que les comenté que conocí el Opus Dei a través de un amigo compañero de carrera universitaria, mi amigo RJ, teníamos una gran amistad y nos reuníamos a estudiar con otros compañeros hasta que él me llevó a conocer el Opus Dei.

RJ por esos días tenía una novia, sólo pudieron estar juntos 5 meses, ya que en el Opus Dei se encargaron de hacerle sentir que un simple beso era un pecado terrible.  El pobre terminó diciéndole a su novia que habían sido los 5 peores meses de su vida. Claro, para RJ fueron 5 meses de "tentaciones".

Después de este episodio, que yo no conocí hasta un tiempo después, RJ pitó y se alejó mucho, al cabo de unos meses yo pité y entendí por qué se había tenido que alejar.  Nos veíamos todos los días en clase, pero por supuesto ni nos mirábamos.

Un tiempo después me fui de "casa" y RJ no lo sabía, coincidió esto con una huelga universitaria donde nos reuníamos para analizar los avances del día, allí nos veíamos sin hablar.  Entonces pensé en ¿cómo hacer que RJ se entere que no soy de "casa" sin hablarle? Y entonces tuve la respuesta: las reuniones duraban hasta las once de la noche aproximadamente.  Y él y yo, que todavía vivíamos en nuestras casas, teníamos permitido salir hasta las diez de la noche.  Así que una noche él se fue a su hora acostumbrada y se quedó asombrado que yo aún no me iba a mi casa. Se subió a su carro y me dice (primera vez que me hablaba directamente desde que él había pitado): Carmens ¡¿no te vas?!. Yo le dije: no RJ, me quedo.

Ay Dios, yo sabía que al día siguiente algo me iba a decir, porque esa era una falta grave y más para una numeraria.  Se me acercó, me preguntó por qué me había quedado, dijo que era una falta, que no estaba obedeciendo. Esperé a que terminara y le dije: RJ, me fui, ya no soy de "casa". Mi querido amigo RJ, que creía con todo su corazón en la Obra, lloró, me dijo cosas muy lindas de amigos, de que había perdido la oportunidad de ir al cielo y ocupar uno de los lugares más cercanos a Jesús.  Yo también lloré mucho y le dije que no se preocupara, que yo sabía que nos ibamos a encontrar en el cielo y que yo iba a estar muy orgullosa de que él estuviese en un lugar privilegiado muy pegadito a Jesús, que yo lo iba a estar viendo desde uno de los últimos lugares...

De ahí en adelante, conversamos muy corto una oportunidad más, RJ fue a mi casa para decirme que tenía que alejarse nuevamente porque en "casa" le habían dicho que "lo que le pasó a Carmens puede ser contagioso, es mejor que no la frecuentes y mucho menos que hables con ella". Esto me partió el corazón.  Me quitaban uno de mis amigos más queridos.

Comencé a rezar mucho por RJ, hasta su familia me contaba que no era el mismo muchacho, parecía un viejito, caminaba agachado, se veía triste y me dolía el alma por no poderlo ayudar y conversar con él.

En una visita técnica que tuvimos a una empresa, como grupo estudiantil, pude acercarme a conversar con él.  Nunca olvidaré como lloró, cómo me habló.  Su director espiritual y el sacerdote se enteraron de esta conversación y unos días después me llámó el sacerdote para hablar.  Me dijo que me alejara, que yo estaba pecando y que estaba saboteando la vocación de RJ.  Salí de esa iglesia llorando como Magdalena.

Seguí rezando por RJ, unos años después supe que salió, que alegría tan grande tuve, yo sabía que el corazón de mi amigo tampoco era para el Opus. 

Dios siempre nos escucha...

Ahora, cuando leo sus escritos, entiendo todo: como con psicología pueden acabar con un noviazgo bonito, con una amistad bonita y hacerte creer que eres un hijo del mal.

Repito lo que muchos dicen aquí, cuando comencé a leerlos me dí cuenta que no era la única que se sentía así y comprendí que no había sido malo salir de alli, fue una bendición salir.

Besos y cariños a todos,

Carmens









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