En relación a lo que pregunta Ana Azanza (a quien, por cierto, agradezco mucho sus envíos de Ruedo Ibérico) sobre qué tipo de praxis es ésa de tener que ir a la directora para que te imponga una penitencia cuando has roto algo, aunque no soy ninguna experta en asuntos monjiles, sí puedo decirle que ésa es una costumbre usual en algunos institutos religiosos femeninos. 

            Ya se han comentado repetidas veces en esta Web muchas costumbres muy poco seculares, que el Fundador copió de diversas instituciones de vida consagrada. Ésta es una de ellas. No me extraña, por eso, que el Fundador se considerara instrumento inepto y sordo en el plano fundacional. Y esto explica que, como comentaba hace poco un obispo español, en los centros de Numerari@s se vive actualmente en ciertos aspectos de una forma mucho más alejada del mundo que en las más severas familias religiosas.

                                                           Trinity

Nota de Agustina.- Aquilina escribió sobre esa costumbre de poner una penitencia a quien rompiera algo. Marypt había preguntado sobre el tema a raíz de una experiencia de ese tipo.