Aristóteles y el Arcipreste.- Antrax
Fecha Monday, 09 February 2004
Tema 900. Sin clasificar


Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera,
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra plasentera.

(Juan Ruiz, Arcipreste de Hita)


Lo cierto es que ignoro dónde diría el Estagirita una verdad tan palmaria; ni tan siquiera sé si la diría, o si es que el Arcipreste se inventó la cita con su reconocida frescura.

Con o sin "argumentum auctoritatis", el caso es que alimentación y sexo se erigen en llaves de la naturaleza humana desde lo más oscuro de los tiempos. De aquí que el control de la comida y (con perdón) de la jodienda garantice el control de la humanidad, o de la parte de este tumultuoso colectivo que alguien ambicione controlar.

Dos anécdotas recientes ilustran estas afirmaciones, que considero muy poco arriesgadas: la famosa polémica del condón con agujerito difundida en Opuslibros y la teta de la señorita Jackson con sus hilarantes consecuencias.

Opino respecto a la primera que el denostado José Carlos tiene toda la razón cuando asevera que lo del agujerito no es cosa sólo del Opus, que eso también lo opina la Iglesia Católica. Porque esta Iglesia, como casi todas, siempre ha tenido perfectamente claro que la imposición de una estricta moral sexual garantiza mejor que ninguna otra cosa el control de sus fieles. La asociación de sexo y pecado remata la faena y convierte al creyente en un sujeto de culpabilidad perfectamente manipulable. Dice Agustín de Hipona: "Nada rebaja tanto a la mente varonil de su altura como acariciar mujeres y esos contactos corporales que pertenecen al estado del matrimonio." Y se queda tan fresco.

La anécdota de la teta (nada atractiva, por cierto) de Janet Jackson ha dado un buen pretexto a la administración Bush para censurar con bucle la emisión en directo de la gala de los Oscar. Hasta se abrió una investigación por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones. Y es que el puritanismo doctrinal vigente en Estados Unidos y sus manifestaciones rituales (in God we trust, God bless America...) constituye un sólido pilar para el ejercicio de un poder omnímodo sobre millones de seres humanos.

En el extremo opuesto de la satanización religiosa del sexo se halla la sacralización de que le han hecho objeto otras religiones; no olvidemos que Kama-Sutra y Ananga-Ranga son libros sagrados. Se trata de otra forma de control, pero también es una forma de apropiación indebida de un factor básico de la naturaleza humana por parte de la religión.

Otras grandes religiones monoteistas, como el Islam y el Judaismo se ocupan con la misma delicada atención a regular los carnales ayuntamientos de sus fieles. A veces, hasta límites de auténtica ferocidad, como sucede en el caso de la ablación clitoridiana practicada aún por ciertos fanáticos musulmanes. La doctrina judaica contiene cientos de preceptos sobre días aptos para el sexo en matrimonio, saludo entre personas de diferente sexo, emisión seminal nocturna y no sé cuántos detalles más verdaderamente obscenos.

En el caso del Opus Dei, el absoluto control de sus miembros y allegados es una auténtica obsesión, motivo por el cual nada tiene de extraño que se prescriban normas tan pintorescas como la del agujerito, francamente inofensiva si se compara, por ejemplo, con la obligación impuesta a las mujeres de dormir sobre una tabla para frenar sus inclinaciones sensuales.

Y Dios ahí en medio sin saber a qué carta quedarse. Me lo imagino sumido en la más absoluta perplejidad: "¡Ah! ¿Qué yo he mandado que en las bodas musulmanas se proceda a mostrar al público las pruebas de la virginidad de la chica? ¡Vaya!"... "¿Qué voy a echar en una caldera de aceite hirviendo a ese alumno de Tajamar que se la pela como un monito? ¡Pues no me suena!"... "No recuerdo cuándo le diría a esa señora judía que si no tiene una mikvé (pileta ritual) a mano se va a quedar impura de por vida."... "¡Hay que ver las cosas que, por lo visto, se me ocurren!"

Ya sé que esta no es una página contra la Iglesia Católica, motivo por el cual he extendido la crítica, exenta de cualquier odio o rencor, pero colmada de escepticismo, a otras iglesias y credos. En realidad es que estoy bastante aburrido de tanto secuestro de la naturaleza humana y, para mayor inri, de la propia hipotética naturaleza divina. Espero que no se enfaden mucho conmigo.

Antrax







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=848