Felicito a Karel por su escrito del día 29 de septiembre.
Me he identificado plenamente con el proceso interior que ha vivido como consecuencia de su paso por la Obra y que tan bien describe en su artículo. Y admiro su capacidad de haber sabido extraer lo que para él ha sido bueno y aprovechable, mucho o poco. Es una actitud encomiable en cualquier situación de la vida.
Personalmente procuro hacer lo mismo y reconozco que el sentido de la filiación divina y el saberme querido individualmente por Dios pase lo que pase son la herencia, el poso, que catorce años en la Obra han dejado en mi alma, no puedo negarlo. Quizá lo único que me ha quedado, además de algunos buenos recuerdos personales: en lo demás, el encorsetamiento espiritual y la asfixia de libertad que sentía me determinaron a salir y a hacer tabla rasa de todo. Deo Gratias!
Felicidades de nuevo a Karel y un abrazo para todos los Orejas.
Sergio_2
