“A mí mismo, con la admiración que me debo”. Esta frase, que alguna vez utilizó en público el Fundador para poner en evidencia la ridiculez del autobombo, me ha venido a la cabeza inmediatamente, al conocer la patética noticia de que el 25 de agosto pasado, el Prelado del Opus Dei fue nombrado Doctor Honoris Causa por Strathmore University, en el transcurso de la visita que realizó a Kenia este verano.

            Que la máxima autoridad académica de una institución como la universidad, que se supone que debe ser matriz de promoción cultural, se nombrara a sí misma Doctor Honoris Causa me pareció tan grotesco que enseguida pensé que la iniciativa tendría al menos una tapadera legalista porque las circunstancias del país impidieran que esa universidad figurara oficialmente como labor corporativa del Opus Dei.

            Pero ni por ésas: ya la información que había ofrecido la Web del Opus Dei hacía sospechar lo contrario, pues decía que el Prelado había presidido “la ceremonia de graduación de la Strathmore University”, y que en ella “fue nombrado Doctor Honoris Causa por dicha universidad y entregó los galardones a los estudiantes que han finalizado sus estudios”. No obstante, para confirmarlo, acudí a la Web de Strathmore University, y allí me encontré con que, como me temía, esa universidad es una labor corporativa del Opus Dei y su Canciller es el Prelado de la Obra: “The Chancellor of Strathmore University is the Prelate of Opus Dei”.

            ¡Para que algunos se quejen de la endogamia de la universidad española! No sé si en los ocho siglos y medio de vida de la Universidad habrá algún antecedente semejante. Pero aunque lo hubiera, el hecho me parece muy penoso por varias razones. Sin ánimo de ser exhaustiva, citaría las siguientes:

1-     porque supone una falta de respeto a la verdad realizar un montaje de este calibre para obtener una inmerecida distinción académica con la que poder engañar luego a los que, sin estar avisados, lean su currículo;

2-     porque supone una considerable falta de respeto a la institución universitaria esta utilización de la posición de autoridad para mejorar artificialmente su paupérrimo currículo personal;

3-     porque ha mostrado una notable falta de consideración con esos ciudadanos de Kenia, al perpetrar ahí un abuso de autoridad que jamás se habría permitido en un país desarrollado;

4-      porque con este gesto ha deshonrado a la institución eclesial que preside, dando la impresión de que el nivel de fanatismo es tan elevado en la Obra que no ha habido nadie a su alrededor capaz de advertirle del ridículo en que iba a incurrir; y

5-      porque con esta actuación tan chusca se ha desacreditado a sí mismo, al poner en evidencia que muy mal debe andar para que haya tenido que buscar este tipo de distinciones y que recurrir para obtenerlas a procedimientos tan poco dignos.

                                               Trinity