No ha cambiado nada.- Galileo
Fecha Saturday, 13 December 2003
Tema 070. Costumbres y Praxis


No ha cambiado nada

El escrito de E.B.E. de ayer es muy interesante, por basarse en notas literales que él conserva y por la agudeza de su crítica, demostrando claramente como Dios y la Iglesia son sibilinamente sustituidos por el fundador y el opus Dei respectivamente. D. Alvaro siguió la "estela" del fundador.

Quería añadir un comentario al escrito de ayer de Claudia, muy bien estructurado por cierto. El tiempo entre la oblación y la fidelidad de 5 años es en realidad un tiempo mínimo. No era infrecuente que al enviar el preceptivo informe personal a la delegación/comisión se denegara el permiso para la fidelidad. Normalmente se trataba de problemas de pureza, dudas sobre la salud mental,... Estas personas quedaban en una especie de stand-by, se les comunicaba que "excepcionalmente" se les prorrogaba el plazo para la fidelidad, la delegación por escrito ponía unas metas concretas en las que debían luchar y se les daban 6 meses o un año de tiempo para resolver los problemas. En el caso de la salud mental se pedían nuevos informes médicos. Cuando se acercaba el final del plazo el consejo local debía emitir un nuevo informe de conciencia indicando si se habían resuelto los problemas. Como a veces la mejoría era parcial se volvía a dar otra prórroga, de modo que a veces pasaban 2 o 3 años hasta que esa persona era rechazada o admitida.

Recientemente han salido comentarios acerca de las diferencias entre el fundador y los dos sucesores. No cabe duda de que D. Alvaro "mi prelado" tenía unas formas muy distintas al fundador. Este último era un hombre de acción, extrovertido, impulsivo y poco dado a intelectualidades (aunque ahora se le quiera hacer doctor de la Iglesia). D. Alvaro en cambio era más intelectual, introvertido y reflexivo, pero de una docilidad extrema. Toda su obsesión (él mismo lo reconocía) era no apartarse ni un ápice de las enseñanzas del fundador y pisar donde él había pisado. Todos notamos como iban llegando indicaciones suyas que endurecían todavía más la vida dentro. Si el fundador tuvo como uno de los principales quebraderos de cabeza el Vaticano II, D. Alvaro se encontró con la "apertura" en España y con todos los "males" que se derivaban de ello. Sería interesante recopilar indicaciones en este sentido, junto con las que haya dado D. Javier. Por ejemplo, recuerdo una indicación que llegó el último año que estuve dentro (90 o 91), en que se pedía que los centros tuvieran una cerradura por dentro, sin acceso desde fuera, y que el director la cerrara por la noche y custodiara la llave. Me gustaría que alguien confirmara si esa indicación fue general.

Recuerdo una anécdota de D. Javier antes de ser prelado: nos contaron que le había echado una bronca a un director de la delegación por hacer una breve llamada telefónica local para dar una indicación, que D. Javier consideró no estrictamente necesaria. Se alabó su buen espíritu en el tema de pobreza. A mi me pareció una tontería.

Un abrazo a todos,
Galileo








Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=83