Para PSICOEVELYN.- Ananaru
Fecha Friday, 01 September 2006
Tema 010. Testimonios


Hola PSICOEVELYN:

Imagino que será mucha gente la que te conteste, y quizá esta carta choque con la opinión de la mayoría, pero espero que Agustina tenga a bien el publicarla.

Te contesto porque hay una cosa de tu carta que me ha llamado la atención, y es la certeza sobre tu vocación. Yo estuve diez años en la Obra y nunca tuve esa certeza. Ahora, después de once años (veintiuno desde que me hice de la Obra), el Señor ha querido mostrarme un nuevo camino vocacional (y esta vez sí que me ha concedido la certeza) en la virginidad, y estoy feliz.

Yo odio las recetas, y por eso no te voy a dar ninguna. Sólo te puedo contar mi experiencia. A mí lo único que me interesa en la vida es ser feliz. Y siempre he tenido el convencimiento de que la felicidad no me la doy yo, sino que es Otro quien me la da. Y por eso toda mi vida he deseado (que no quiere decir que lo haya hecho, porque la carne es débil) buscar la Voluntad de ese Otro hacia mi vida.

No sé qué te habrán contado. Seguramente en lo que hayas oído habrá parte de verdad y parte de inquina. Pero dime una cosa. Si hubieras empezado a salir con un chico y después te empiezan a decir cosas de él negativas, si verdaderamente te gusta el chico, ¿qué harías? Date tú la respuesta, porque el ejemplo es exactamente igual a lo que tú estás viviendo ahora.

Mi hermano (que también fue numerario), alguna vez que hemos hablado me ha dicho que la Iglesia tendría que tomar cartas en el tema de la Obra. Y yo siempre le digo lo mismo. Para mí hay dos razones por las que la Obra no puede ser mala, y nombro a dos personas que para mí han sido una ayuda inmensa, y que veo que son personas libres y felices. Esas personas son fruto de lo que el Señor, a través de la Obra, ha hecho en sus vidas, y a mí eso me basta.

Sólo una cosa más. Como nos dijo Juan Pablo II en Cuatro Vientos, merece la pena dar la vida por Jesucristo. ¿La forma? La que Él te haga ver: como agregada, supernumeraria, religiosa, laica consagrada, soltera, casada... Lo que Él te haga ver. Todas las vocaciones son ocasión para disfrutar de la Vida. Tú dirás.

Pido por ti. Si alguna vez te acuerdas, pide tú también por mí.

Un fuerte abrazo,

Ananaru.







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=8264