Gracias a Doserra. Tus análisis ponen de manifiesto, no sólo tu capacidad de interpretación y de valoración de los textos canónicos, sino, sobre todo, tu sentido evangélico y tu visión eclesial. Lo que más me llama la atención, sin embargo, es tu sensibilidad para sintonizar con los sufrimientos de esos hombres buenos que, quizás de una manera generosa e ingenua, entregaron sus vidas a una institución o, lo que es peor, a unos personajes que se creen salvadores. Tengo una duda: ¿leerá algún sacerdote numerario tus reflexiones? ¿Qué procedimiento se podría emplear para ayudarles? Gracias y un cordial abrazo.
josehernandez