La semana pasada me quedé pensando en el escrito que mandó Crespillo (17/7) sobre la caridad en la Obra.

Todos los que estuvimos adentro sabemos que la Obra es la primera en pedir pero la última en dar.

Si un numerario@ se enferma, lo más seguro (como me pasó a mí) es que se le diga que le tiene que pedir plata a su familia para pagar el tratamiento.  Y uno pasa una verguenza terrible. Hace años que no vive con sus padres, tiene un trabajo, y vive en una casa en la que no tiene que cocinar ni planchar, pero tiene que pedir a sus padres plata, pues "en la Obra somos una familia numerosa y pobre" y no hay plata para pagarme mi tratamiento. 

Y ni que decir con los cooperadores y supernumerarios que son exprimidos no solo en lo económico, también se les piden prestados autos y casas, pero ya veremos en el momento en que ellos necesiten ayuda, si la Obra les va a dar un peso, o incluso prestarles un auto o una casa de retiro para que puedan descansar.

El tema de la caridad me vino también a la cabeza cuando leí la noticia que envió María Luisa (21/7) sobre Parmalat. Otro escándalo financiero y oh! sorpresa el Opus Dei se encuentra de alguna manera envuelto. Pero lo que me dejó mal gusto fue la respuesta del vocero del Opus Dei: "Gianmario en este momento no sufre más y está recibiendo el premio de lo que era..".

Y la caridad con los damnificados de esta quiebra dónde está? cuántas familias se quedaron en la calle, y cuántos inversores perdieron todos sus ahorros por esta quiebra?

Esa es la caridad del Opus Dei...

Mariano Curat