he leído el último correo de EBE y al menos por el hecho de que es un habitual escritor en esta página y yo también lo soy, quiero decir mi opinión al respecto.

 

Conviene que la obra desaparezca. El opus tiene que desaparecer por la sencilla razón de que sus métodos de captación y sometimiento de sus víctimas atentan contra los derechos humanos. Y esos métodos, esa mentira e hipocresía son institucionales. No son "adornos" prescindibles. Forma parte del tinglado que hasta los propios padres entreguen a sus hiijos a la secta y su reacción inhumana cuando el hijo ya no quiere ser numerario. Es dolorosísimo, bárbaro, grotesco, ridículo... lo que se quiera, pero es real.

 

No comparto que queráis salvar las intenciones de los directores opus, no se puede. Opino que a un cierto nivel de mando en el opus se está perfectamente en el ajo de lo que hay.

 

Pienso que forma parte de la terapia "post opus" aceptar que nos vendieron un camelo íntegro. Que no éramos nosotros los que íbamos buscando nada, que es siempre la institución la que sale al encuentro de sus víctimas con la patraña esa de "Dios te llama". Que el tiempo dentro fue tiempo perdido y que cada vez que hacíamos caso a un director en contra del sentido común, estábamos poniéndonos la soga al cuello en nosotros mismos. Y que todo eso los directores no lo hacen "sin saber lo que se está haciendo". Se hace a conciencia, para anular la personalidad y obtener de cada individuo lo que interesa y sólo lo que interesa. Cuando ya no hay nada más que sacar de ti, te enseñan la puerta de salida.

 

Todo lo que hoy tengo en mi vida lo tengo "a pesar" de que el opus ha hecho lo imposible para que no lo tuviera, y también "a pesar" de que quieran anotarse tantos que realmente no les corresponden.

 

Además como también hemos dicho hasta la saciedad, el tema opus salpica a la iglesia católica. Y la iglesia más pronto o más tarde tendrá que tomar cartas en este asunto, cuanto más tarde en hacerlo será peor para los creyentes que de verdad intentan vivir el evangelio. No me gusta el catastrofismo, yo tengo fe y espero y lucho en la medida de mis posibilidades por que esto se acabe. Lamento de veras que los que en la iglesia deberían de ser pastores y alejar a los salteadores del rebaño, no lo estén haciendo. ¡Qué falta de fe y de caridad!

 

Otra cosa ¿de veras os habéis tragado el cuento de que Navarro Valls presentó al papa su dimisión? ¿por qué repetir algo que se ve a la legua no responde a la realidad? Navarro Valls ha sido echado y por mucho que los opus ironicen sobre el asunto, es una pérdida de puntos para ellos. Pocos me parece para lo que habría que hacer...

 

Como se dice en otro correo del viernes 21 hay todavía mucha manta de la que tirar en el asunto opus dei. No hemos hecho más que empezar.

 

Ana Azanza