Comentarios.- Galileo
Fecha Friday, 06 February 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


Comentarios (un poco atrasados por cierto):

El proceso de D. Alvaro (Popeye el de Olivia, 29/1)

Una impresión que tenía cuando estaba dentro era que los "Padres" tenían que ser todos santos de antemano, es decir canonizables de un modo real y reconocidos como tal en vida. Como el opus Dei basa, a mi entender, la autoridad suprema y absoluta (teocrática) del Padre de turno en dos puntos: santidad personal inigualable o fuera de lo común y fidelidad absoluta al espíritu y estilo fundacional de Escrivá; pueden llegar a una situación problemática.

El fundador es santo según la Iglesia, nos guste o no. D. Alvaro, el primero en tomar el relevo, amigo y confidente del fundador, conviene que también lo sea. Un refuerzo a la autoridad teocrática: eso se hace así porqué lo ha dicho el Padre, el Padre pide eso, no vayamos a disgustar al Padre (en vez de a Cristo). Idem para el Padre actual, por las mismas razones, y más acuciantes cuanto más tiempo pase y más se abra la sociedad, porqué entonces se hace imprescindible acudir al argumento de autoridad; y la autoridad en el opus Dei no se basa en la razón, en la comprensión, sinó en la "santidad", en ese supuesto "ver" mejor que los demás lo que conviene, porqué eres más santo que los demás y tienes una conexión especial con Dios, que los demás no tienen (la famosa gracia de estado). Yo a eso lo llamaría la institucionalización de la santidad, o si se me permite algo más fuerte, la prostitución de la santidad para unos fines extraños a ella misma: para remachar la autoridad absoluta, no basada en el amor y el convencimiento.

En mi opinión, por tanto, se asume que los Padres son santos por definición, y ya se encarga el "aparato" interno de cantar sus alabanzas, incluso de censurar aspectos nimios como el "error" de D.Alvaro al dirigir el Angelus que nos contaba Satur. Porqué la santidad en el opus Dei (aquella de la que se deriva la autoridad) es una santidad perfecta, sin errores humanos. ¿Cuándo ha reconocido el opus Dei algún error humano a nivel de alta dirección?.

Si esto se lleva al extremo, se perpetua, y el modelo parece que va por ahí: el anterior Padre es santo, ergo el actual -el sucesor directo- también lo es. Decía que esto es un problema, porqué si la vida media de un prelado es de 20 años (de los 60 a los 80 años por ejemplo), entonces cada 20 años habrá que fabricar un santo!!!. No me parece que sea posible, pero van por ese camino. ¿Cuál será el primer prelado que se atreva a no iniciar el proceso de canonización de su antecesor?. Además, si los procesos se alargan o los prelados fallecen prematuramente, entonces puede haber un atasco de beatificaciones: equipos de personas dedicadas a ello hasta llegar al absurdo. El opus Dei va camino de convertirse en el gigante con la cabeza de oro y los pies de barro.

Lydia (29/1)

Mencionas que los numerarios no iban a las clases de D. Antonio Ruiz Retegui. Efectivamente, pero creo que no porqué no quisieran, sino porque como estaban en carreras de letras, por esos años en que se atendían labores en ciudades donde no había centro con residentes (Logroño por ejemplo), los de esas carreras recibían el encargo de atender esas labores, lo cual suponía que 2 o 3 días a la semana no podían asistir a ninguna clase. La universidad o los profesores que no debían haberlo tolerado (eso se organizaba desde un colegio mayor oficialmente vinculado a la universidad), miraban a otro lado, y de ahí las promociones de numerarios con títulos que no les servían y les "condenaban" a dar clases en algún colegio. Como ya se ha comentado, ¡vaya santificación del trabajo y poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas!.

Por aquellos años también se puso en marcha un plan por el que un buen número de numerarios (creo que también numerarias) de esas carreras "supuestamente" (mal diría yo) fáciles debían compaginar esos estudios con la "carrera" eclesiástica en la facultad de teología. Como estaba en el consejo local puedo afirmar que se recibía el cupo de numerarios que debían compaginar las dos carreras: pongamos por caso que decían 20 y te las tenías que apañar para dar los 20 nombres a la delegación. Aparte de que esto suponía un abuso, al imponerse a chavales que llegaban ilusionados a la universidad con 18 años, el resultado era un evidente perjuicio en la formación "civil", en las notas y conocimientos. El que se impusiera un cupo llevó a que se propusiera y obligara a personas de las que era evidente que no poseían capacidad para simultanear 2 carreras. Se hizo sufrir a muchos y algunos se "rompieron". Esas personas además no tenían tiempo para nada, y ¿qué iban a contar a sus compañeros de clase?, ¿que apostolado de amistad podían hacer?. A mi me parece un abuso muy grave ese tipo de imposiciones.

Flavia "La prelatura personal del Opus Dei: un baúl de doble fondo" (29/1)

Me alegro que abundes en el tema de la dirección espiritual y en el papel de los laicos en una prelatura personal. Parece como si las constituciones de la Prelatura fueran incompatibles con el derecho canónico. Me explico, las constituciones hablan de unas incorporaciones semejantes a los religiosos, a excepción de los votos, y de unos mecanismos de salida también similares. Aunque no existen votos, lo que hay de hecho es lo mismo. Recuerdo que cuando se aprobó el decreto de la prelatura, se insistió mucho en que el vínculo personal con el opus Dei, no se había aflojado lo más mínimo. Creo que una carta de D. Alvaro abundaba en este tema. Decían, a mi entender un poco hipócritamente, que recalcaban eso para mayor tranquilidad del pueblo llano, del fiel de a pie de la prelatura, para que viera la solidez de su compromiso, cuando en realidad era para tranquilidad de los directores y un toque de atención para que no hubiera una desbandada.

¿Puede la asociación de unos laicos (CIC n.296) a una prelatura formada por el prelado y unos sacerdotes incardinados (CIC n.295), basarse en los compromisos tan rígidos y perpetuos que adquiere un numerario/a? ¿Cuál es el auténtico valor canónico del compromiso adquirido con la prelatura? Porque de hecho el vínculo de los numerarios/as es tan fuerte como el de los sacerdotes incardinados, lo cual puede parecer una contradicción.

Salvador (29/1) creo que lo he entendido un poco más, aunque soy de ciencias (no políticas claro).

Un abrazo a todos,

Galileo







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