Hace no mucho, se publicaba un articulo bajo el titulo “Pleito con un supernumerario" que iba firmado por Nunca. Esas líneas trajeron a mi memoria, por coincidencia de elementos comunes, un correo recibido semanas atrás. Por eso aprovecho para transcribir, con permiso del autor, su contenido. Advertencia es literal solo he cambiado nombres y lugares, pues el país de procedencia es tan pequeño que su autor me ha solicitado que evite toda posible localización. Transcribo:

XXX a 12 de febrero de 2006
Apreciado Pensativo:

En el ejercicio profesional me he encontrado con mucho tipo de gentes, de todos los colores, de muchas procedencias, pero nada como lo que te relataré. No te preguntes por que te lo cuento, te lo adelanto: el motivo de mi relato es que el sujeto de esta historia es un hombre del opus y por tu anterior vida a lo mejor eres capaz de encontrar una explicación.

Mira, hace algunos años, ejerciendo yo en Islas Mauricio, se acercó a mi un hombre del opus que se decía desesperado económicamente y agobiado por múltiples problemas judiciales que reiteraba decía no le dejaban vivir, no podia ni dormir. Quería reclamar unas deudas, algo viejas, evitar una sentencia penal de la Corte y la posible perdida de la hacienda por deudas que no habia satisfecho en su trabajo. Me decía que no vivía.

Su papel, sus dotes de actor, me hicieron creerle (pese a estar yo bregado en estas lides, sabes como son muchos de los habitantes de estas islas) y me puse en el trabajo. Reclamaciones de seis cifras, juicios fuera de la capital, constantes entrevistas y su permanente manifestación de angustia. Piensa que fue mucho el trabajo desarrollado por varios abogados del bufete, cuando te digo mucho piensa en mucho, pero mucho.

Llegó un momento en el que me di cuenta que tenia dinero. Si bien este opus llevaba años y continuaba afirmándome no tener nada, lo cierto era (por los datos que él me hizo llegar), que había estado facturando miles de dólares (miles pero miles) al año.

Al ver eso me dije “hasta aquí hemos llegado” y con toda la serenidad del mundo le trasladé que era necesario que realizara unos pagos determinados para poder seguir asumiendo la carga de trabajo, de tiempo, y el coste de sus múltiples problemas. Ante la petición, despues del exito de bastantes encargos y de haber obtenido sentencias beneficiosas (de seis cifras) y sin previo aviso, opta por cambiar de abogado.

Pero no solo cambia de abogado sino que pone en marcha, contando con sus nuevos abogados, todos los mecanismos necesarios para que el Letrado anterior- yo mismo mismamente- no perciba sus honorarios. Impaga, se opone a las reclamaciones judiciales de honorarios, etc... algo muy desagradable.

Mira pensativo, veo esto y me pregunto para que tanto “ces” –circulo de estudios- para que tanta “convivencia”, para que tanta doctrina sobre la justicia, para que tanta apariencia?, tanto curso de retiro? Para j... al personal?. Este es el ejemplo de cristiano en medio del mundo de la prela? (y no te o lo pierdas uno de los capos de su nuevo despacho de abogados es un numerata).

Tal vez eso no suceda en países con mas de 50 millones de habitantes (o que si sucede no se sabe), tal vez me ha correspondido el primer premio de la lotería con este tipo, pero para que seguir, que quieres que te diga: menos retiro mensual o circulito y más coherencia. Ya te lo he dicho alguna vez –ya termino no desesperes- esa prela puede acabar siendo como la fachada bonita de un cementerio: mejor no metas la nariz dentro de las tumbas.

Un abrazo y no me cansare de repetírtelo: bienvenido al mundo.

A.L.S.