Lo mejor es recurrir a la legislación habitual.- Ramón
Fecha Monday, 03 July 2006
Tema 110. Aspectos jurídicos


Hola Orejas;
 
    Estoy de acuerdo con lo que dice Alberto Moncada: lo ideal sería ver al Opus Dei sentado en el banquillo respondiendo sobre sus responsabilidades de tipo "mundano".
 
    No soy jurista, pero creo recordar que Martin Luther King decía que las leyes quizás no puedan cambiar los sentimientos, pero sí las acciones. Por otra parte, esperar que la Iglesia tome caras en el asunto es creer en los Reyes Magos, cuando un daño manifiesto no puede esperar a que se le ocurra a alguien en Roma hacer un "gesto" (ya hemos visto cómo trata los problemas espinosos como el de Maciel). En una versión celtibérica, decía Camilo José Cela: " a los amigos se les premia con el favor, a los enemigos se les aplica la lesgislación vigente, que con eso van servidos".
 
    No nos engañemos: fue la fuerza de la legislación civil lo que hizo reaccionar a la Iglesia en los casos de pederastia en USA, y aún se permitió el lujo de no castigar a los encubridores.
 
    Un problema gordo al enjuiciar el Opus Dei es que los temas de tipo espiritual son difícilmente encausables  o demostrables. En esta web se pueden ver testimonios de gente del Opus que afirma que no se le ha coartado su libertad personal, que se encuentra muy bien, que no ha tenido intromisiones en su vida económica o moral... Frente a ello, la ley debe intentar ceñirse a hechos objetivos, que es de lo que uno puede responder.
 
    Si uno se queja de la falta de confidencialidad, resulta poco enjuiciable: teológicamente es una barbaridad, incluso podría decirse que vulnera el derecho constitucional a la intimidad, pero prácticamente un juez difícilmente podría ir contra una organización por institucionalizar el cotilleo.
 
    Otro tanto puede decirse sobre los informes que se giran sobre los socios (ver Trinity): es aberrante tanta contabilidad, pero ¿quién puede acusar a nadie ante una jurisdicción civil, e incluso eclesiástica,  de llevar su pastoral del modo que más le convenga, aunque sea como una fábrica de salchichones? Al fin y al cabo, hasta hace bien poco los curas de los pueblos llevaban esa contabilidad. Se le podrá acusar de "exceso de celo", pero de ahí a ser algo condenable...
 
 Esto no quiere decir que, como dice Alberto Moncada no se puedan (y deban) pedir compensaciones por los daños sufridos, sino que costaría mucho más llegar a una solución judicial positiva.
 
    Otra cosa es la coacción psicológica, o la violación  de la correspondencia: esto es un delito y no se puede hacer ni con consentimiento del interesado, que no puede hacer una "dejación" de su derecho a la intimidad postal.
 
    Ahora bien, si uno entrega dinero a una organización, esa organización debe tener una contabilidad, se deben dar recibos de las donaciones, responder ante Hacienda, etc.... Supongo que la trama será compleja, pero eso lo puede señalar o delimitar el fiscal. Lo contrario bordea la ilegalidad cuando no la incumple por completo. En cualquier caso, no queda nada bien de cara al público una trama de fundaciones "sin ánimo de lucro" que envían dinero, lo manejan, lo usan... La ingeniería financiera será muy legal, pero nada evangélica.
 
    Un temas más sangrante es el de las cotizaciones sociales de los empleados: aunque un trabajador  no cobre sueldo (en el supuesto de que eso sea legal), él y su patrón deben cotizar por su trabajo a la Seguridad Social. Si no se hace así, no sólo se está cometiendo un delito contra la SS, sino que se le está robando el socorro que necesitará en el futuro, cuando sea anciano y se quiera jubilar. No vale decir que es cosa de votos, de familia, etc... la ley no entiende de eso, y es más: debería darles vergüenza no tener eso previsto, o al menos no llegar a un acuerdo con los que demanden, sin necesidad de tener que hacerles pasar malos tragos o llegar a los tribunales. Ahí simplemente tienen que seguir el ejemplo de las órdenes religiosas. O el ejemplo de los tribunales en caso de divorcio, que reconocen a la esposa el derecho a una pensión compensatoria por el patrimonio que ha ayudado a crear durante su vida de familia.
 
    Lo mismo puede decirse de la recluta de menores (lo que Moncada llama pederastia espiritual), las coacciones y control mental, aunque ya digo que quizás sean temas que a la justicia le cueste más dilucidar.
 
    Si el Opus tuviera que cotizar todo eso retroactivamente, no le quedarían ganas de repetirlo, y sobre todo, no le quedaría dinero para seguir construyendo clubes, centros, etc...  Quizás así los jueces pudieran darse cuenta de otras cosas que pasan debajo de sus narices.
 
Ramón








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