Después de escuchar la entrevista radiofónica a Agustina, dos asuntos:
1) Parece que es un tema central en esta página el querer distinguir entre Opus e Iglesia, para que las críticas al primero no parezcan críticas a la segunda; o, incluso, para buscar apoyo en la segunda para atacar a la primera. Como estrategia no parece mala. Me parece que es un poco ingenua, por lo que ya he comentado: La Iglesia debe mucho al Opus. Aunque supongo que siempre habrá sectores de la Iglesia dispuestas a aprovechar la munición de esta página contra el Opus. Todo esto tiene que ver con la pervivencia milenaria de la Iglesia católica que ha sabido mantenerse precisamente gracias a su capacidad de conservar una cierta unidad integrando corrientes sociales muy diversas.
En mi caso, mi experiencia es que, cuando conocí el Opus, provenía de un "catolicismo sociológico", prácticamente muerto. Ese catolicismo se reavivó de forma algo artificial con el Opus. Digo de forma artificial porque, generalmente, si fallan los mecanismos -casi etológicos- de incorporación a una religión en la infancia, las "conversiones" posteriores tienen mucho de postizas, y en algunos casos de esnobismo (como esos budistas de Hollywood). Una vez despegado del Opus, volví prácticamente al lugar natural en el que estaba: un "catolicismo cultural, sociológico, pero sin ningún tipo de creencia religiosa.
2) Agustina dice en algún momento de su entrevista algo así como que hay cierto miedo a escribir sobre el Opus incluso en medios "progresistas". Escuchar este uso, más bien positivo, de "progresista" me da escalofríos, pero este no es lugar para explicar por qué. A lo que iba: me sorprendió muchísimo, en la línea de lo que decía Agustina, un reportaje de "El País" de este mismo año sobre el Opus [1ª entrega, 2ª entrega]. Lo siento, pero no recuerdo la fecha. Espero que alguien pueda traerlo aquí. Lo cierto es que me dio la impresión de que el reportaje podría -exagerando un poco- haber sido redactado casi por el Opus mismo. Me gustaría contrastar esta impresión con las de ustedes. Me sorprendió mucho. ¿O no tenía razón para sorprenderme y estoy algo despistado en la relaciones entre el Opus y Polanco? Por otra parte, el IESE de Barcelona fue una de las empresas que apoyó el nuevo Estatuto catalán, ¡antes incluso de sus retoques! Por cierto, acabo de ver el programa sobre el Opus de "La Clave" (de e-mule) y había un cura del opus que presumía de votar nacionalista. Total, que no es tan raro la mutua simpatía entre el opus y algunos "progresistas".
Sevillano
Nota de Agustina. Querido "sevillano", no quiero entablar ningún debate porque las opciones políticas no son materia de esta web. Sólo me gustaría dejar claro que yo, como es obvio, puedo tener la opción política que me convenza más como tú tienes la que te convence a ti. Hablo de medios de comunicación "progresistas" porque han sido, habitualmente, los que se han atrevido a publicar testimonios críticos sobre el Opusdei aunque ahora no lo hagan. No espero que ni el ABC ni "La Razón" ni Europa Press, ni la COPE -vinculados al Opus-, recojan alguna vez una voz disonante que no sea de alabanza a san Jose-María. Tampoco espero que el cardenal de Madrid, Rouco, que ofició la misa por el 31 aniversario de la muerte de Escrivá y le puso de ejemplo para los cristianos en la homilía, saque tiempo nunca para escucharme ni comprenderme a mí, y eso que es el obispo que me corresponde por vivir en Madrid. Y sinceramente, yo no tengo pensado irme de la Iglesia, pero sí que me gustaría poder cambiar de obispo porque si todos están en comunión con el Papa, prefiero al cardenal Amigo (es su apellido), de Sevilla. Y si pudiera, eligiría aún más: formar parte de la Iglesia Católica de Noruega, que ha prohibido al Opusdei ejercer en su territorio. Mi opción personal es así de clara, pero no es motivo de la web ni yo comprometo a la web cuando digo lo que pienso. Aprovecho para enviarle un abrazo a mi hermana Mercedes, que nos lee, -¡hola Merche!- que también fue numeraria, que firmó la carta de denuncia al Vaticano igual que yo, pero que cuando hablamos de la política actual española, salimos tarifando. Otro abrazo para ti, Agustina.
