Confirmo lo que decía Jacintaunzue sobre el tema de los exámenes: en mi carrera universitaria he tenido varios aplazos y la mayoría han sido debidos a la obediencia. Todavía recuerdo hoy al director diciéndome que vaya a dar el exámen pues me iba a ir bien o al menos «iba a ser para mi bien». Demencial y humillante. Un signo más del fraude que significa la Opus Dei y de la irracionalidad que se esconde detrás de las órdenes que imparten sus directores.
Saludos,
E.B.E.