O sea, que parece que se trata de una foto improvisada a la que las autoridades de la Prelatura, en atención a la impresión que produce de mayor cordialidad que la que se deriva de la facilitada por Secretaría de Estado, hayan querido dar una apariencia de oficialidad, superponiéndole la dedicatoria de la foto oficial realizada en el Vaticano. Y esto es lo que me parecería ilegítimo y denunciable.

            En su derecho estarían los Directores de la Obra de llenar los Centros con fotos que hayan obtenido en las ocasiones en que el Prelado haya estado con el Papa. Pero no sería admisible que presentasen esas fotos como reconocidas por la Santa Sede y, mucho menos, que utilizasen un programa de tratamiento informático de imágenes para exhibirlas como fotos enviadas por aquélla con una dedicatoria a mano del Santo Padre.

            Ojalá me equivoque. Pero, si fueran ciertas estas suposiciones, tendría que preguntarme: ¿es que no tienen límite en su maquiavelismo?

                                                           Trinity