Hola a todos,

El último correo de Samuel respondiendo a Carmen Charo me ha dejado un mal sabor de boca. Muy malo. Ya otros han contestado muy bien y con detalle así que no voy abundar mucho más en el tema, pero me gustaría compartir con vosotros algunas de las reflexiones que me he hecho a mí misma a raíz de este… no sé como llamarlo, de la dimisión ‘oficial’ de Carmen Charo de la Iglesia Católica. Seguramente a estas alturas Carmen se está preguntando por qué demonios dijo nada a nadie, pero a riesgo de hacerme pesada voy a darle otra vuelta de tuerca al tema, porque me da la sensación de que el asunto en sí se está convirtiendo una vez más en una excusa que justifica otra serie de cosas, y ello a costa de una persona, y no me parece de recibo...

Los que formamos parte de esta Web tenemos en común únicamente nuestra relación más o menos directa y más o menos lejana/cercana en el tiempo con el Opus Dei. Este hecho implica que todos nosotros, ahora o en el pasado hemos sido católicos de pura cepa, puesto que a pesar de lo que el Opus Dei vocea con tan poco poder de convicción (eso de que de 100 nos interesan 100), es bien sabido que al Opus Dei solo le interesan los que pueden pitar o los que a pesar de no poder pitar decoran mucho (por ejemplo, un cooperador hindú con un turbante rojo del 20 y una barba bien cortada, así estratégicamente situado en la primera fila de una tertulia con el prelado, reconoceréis que queda chachi para ‘demostrar’ la universalidad de los apostolados).

Ocurre que cada uno de nosotros evolucionamos como personas a lo largo de nuestra vida, y eso incluye muy en primer lugar en una persona medianamente madura las creencias y la religión (que parece lo mismo pero no lo es). Tomamos decisiones, escogemos unas cosas, rechazamos otras, y vamos haciendo al andar nuestro camino. Camino que para Dios ya está hecho desde siempre, puesto que para Él no hay tiempo. Luego Dios nos quiere a morir a todos y cada uno de nosotros aún sabiendo las decisiones equivocadas que tomaremos, las patas que meteremos (unas tendremos la posibilidad de sacarlas, otras no…), y etc etc. Nos quiere a morir por tanto por lo que somos, por lo que hemos sido, y por lo que seremos, por el conjunto de todo ello. Es decir quiere a la persona, y la persona es la misma todo el tiempo que dura esta vida, sea católica o no lo sea. Todavía no he visto escrito en ninguna parte de los Evangelios que Dios quiera más a los católicos que a los que no lo son, entre otras cosas porque el catolicismo es un invento posterior a Jesús como alguien muy bien explicó hace poco y yo no voy a abundar ahora en el tema.

Ocurre también aunque con frecuencia se nos olvida a todos, a mí la primera, que a pesar de esforzarnos por estar cerca de Dios y por mejorar para estar cada vez más cerca de Él (y cuando me refiero a Dios aquí no estoy asumiendo el Dios que predica la Iglesia Católica, me sirve cualquier concepto de Dios que podáis tener) nos quedamos en los detalles y desdibujamos por completo la esencia de las cosas. Como que la inmensa mayoría de nosotros tenemos un pasado o un presente católico, y como la Iglesia que ha abandonado Carmen Charo es la católica, voy a centrarme en ella. Para empezar la Iglesia Católica y Jesús no son la misma cosa. Me podréis decir alguno que la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, pero solo místico. Además quién ha dicho eso?. Jesús o la propia Iglesia?. No son la misma cosa. La Iglesia Católica supuestamente existe única y exclusivamente para la salvación de todos los hombres predicándoles el Evangelio, pero hay ejemplos a cientos de que eso ni ha sido así a lo largo de los 2000 años de su historia ni lo es ahora. La Iglesia es además de eso una superestructura de poder económico y mediático, y el que no lo vea es muy libre de no hacerlo, pero a mi me parece blanco y en botella. Que la Iglesia es santa pero está formada por pecadores?, claro. Ese es el argumento perfecto cuando alguien dentro de la Iglesia hace algo malo/escandaloso/repugnante o similares. Cuando alguien dentro de la Iglesia hace algo bueno, entonces lo hace la Iglesia, que es santa. Pues mirad, no. Las Misioneras de la Caridad y los Legionarios de Cristo forman parte para bien y para mal de la misma Iglesia, y si lo de los Legionarios (por poner un ejemplo) o lo de los 4500 casos probados de pederastia cometidos por curas de USA son aberraciones de seres humanos concretos, las obras de las Misioneras de la Caridad son acciones heróicas de seres humanos concretos y no de la Iglesia. Y si esto es así, dónde queda la santidad de la Iglesia?.

La realidad es que la Iglesia la componen todos y cada uno de los católicos y sus buenas obras constituyen la santidad de la Iglesia y sus pecados el escándalo de tantos. La Iglesia no es un ente abstracto, la componen todos y cada uno de los que se llaman católicos. Igual que el Opus Dei. El espíritu del Opus Dei a veces da la sensación de que es una entelequia santa porque sí. Pues no. Si el sacrosanto y maravilloso espíritu del Opus Dei es imposible vivirlo porque la estructura de poder de la institución se encarga de impedírtelo, el susodicho espíritu es solo una teoría, o mejor dicho una utopía. Porque el espíritu del Opus Dei es lo que sus miembros viven.

Llegados a este punto y antes de que os preguntéis por donde se supone que voy a tirar, intentaré exponerlo brevemente. Querido Samuel (sin acritud), yo no tengo ni idea de si Jesús vino al mundo para fundar la Iglesia católica porque no tenía nada más que hacer o no. Él nunca nos informó de eso. Lo que sí dijo es que nos amasemos los unos a los otros, que se nos juzgará por el amor, que el que esté libre de falta tire la primera piedra, y que no juzguemos y no seremos juzgados… Entre otras cosas. Y resulta que supuestamente para defender la salvación del alma de Carmen Charo (o la mía, da igual), recurrimos a juicios, valoraciones, argumentos airados, y en general a la más absoluta falta de caridad hacia ella. Si alguien piensa que va a convencerla de que ‘vuelva’ de esta forma, es que tiene cero idea de relacionarse con los demás y de comunicarse de forma eficaz. Se le ha olvidado a alguien aquello del hijo pródigo?. Eso sí que lo dijo Jesús, eh?. Os imagináis al padre del hijo pródigo diciéndole que se equivoca, que se va a quedar sin herencia, que qué pena le da… No le dice nada, le da la mitad de la herencia y le ve marcharse con el corazón en un puño. Y cuando vuelve no le recrimina nada, se lo come a besos y punto. Si alguien quiere convencer a Carmen Charo de algo, o argumentarle lo que sea, debería partir de un corazón abierto que desborda cariño. No solo respeto, que se da por supuesto (aunque visto lo visto no sé si debería darse por supuesto con tanta alegría…), sino cariño. Porque si esto lo hiciesen un grupo de …no sé, Sikhs, por decir algo, pues igual este razonamiento no serviría tanto, pero para  los discípulos de Cristo sí. Qué menos que monix, que decía el anuncio, no?, que seguir las enseñanzas y el ejemplo del Maestro.

Porque aunque muchos habéis expresado vuestras legítimas opiniones con mucha delicadeza y consideración como personas educadas que sois, y es de agradecer a la vista de los hechos, da la sensación desde fuera de que lo importante es que la Iglesia no sea rechazada llana y oficialmente por nadie que confunda en una pasajera enajenación mental, las churras con las merinas. Nos olvidamos de que los hechos que han escandalizado a Carmen hasta el punto de llevarla a tomar esa decisión son reales e incontestables. Y ella sabe muy bien cuales son las churras y cuales las merinas, y si a alguien le cabe alguna duda al respecto que busque los escritos de Carmen Charo y se los relea. A pesar de eso, ha tomado una decisión en conciencia y nosotros solo podemos respetarla y quererla (a ella, no a la decisión). Al que se le encoja el alma pensando que se va a condenar, que rece. Al que le parezca mal, que se aguante, así de a lo bestia, igual que ella seguramente se aguantará con las decisiones que tomamos en ocasiones el resto (si las llegase a conocer igual que nosotros hemos conocido la suya). Carmen no ha escrito a la Web para decirnos que está considerando dejar la Iglesia y que qué nos parece a los demás. Ha escrito para informarnos de la decisión que YA ha tomado y llevado a la práctica, y por lo tanto las opiniones de todos nosotros sobran. Solo cabe el respeto y el cariño.

A mí este planteamiento me parece muy básico y seguro que a muchos de vosotros también. Sin embargo otros muchos han escrito (la mayoría desde el respeto, pero no todos) intentando darle argumentos que le hagan cambiar de opinión. Porqué?. Se me ocurren solo dos razones (pero acepto más): uno porque piensan en ella y piensan que si deja la Iglesia católica se va a condenar. Y sí Samuel, o tienes una considerable mala idea (seguro que no), o deberías reconocer que en el 99% de los mensajes (punto más punto menos) se lee claramente  entre líneas esta idea. Si no porqué nadie pondría tanto interés en que Carmen cambiase de opinión?. No?. Si lo mismo diese para la salvación de su alma estar en la Iglesia o no estar, nadie le diría nada. Vamos me apuesto lo que quieras a que si dice que ha dejado de ser socia del Alavés y se ha afiliado al Osasuna no se monta esta… La otra razón sería que suena muy fuerte e irreverente eso de que alguien ose dejar la Iglesia católica, y …condenarse no sé si se condenará, pero no puede traer nada bueno.

Cualquiera que sea lo que os ha movido a intentar convencer a Carmen, o a hacerla recapacitar al respecto de la decisión tomada, si lo habéis hecho con buena intención pienso que os honra. Salvo que para dar más énfasis a vuestras argumentaciones hayáis caído en las groserías, faltas de respeto abismales, ironías crueles e injustificadas, etc, etc, etc. Como le ha ocurrido a nuestro amigo Samuel, que seguramente está pasando por una mala racha del tipo que sea, pero Samuel, colega, las malas rachas personales no justifican agresiones a terceros del estilo de las que tú te marcas. Y conste que me da exactamente igual que seas del Opus Dei, de los padres Combonianos o budista convencido. Pero te has pasado muchísimo. Si le reclamas a alguien algo debes antes tú predicar con el ejemplo y humildemente pienso que estás muy lejos de hacerlo. Precisamente la tolerancia y la libertad de opinión que alientan esta Web desde el principio son las que te permiten herir a los demás en la forma que lo haces. Seréis juzgados por el amor, recuerdas?. Donde está tu amor Samuel?, como puedes decir que amas a la Iglesia y no ser capaz de amar a un ser humano que hace algo que en tu opinión es equivocado?. Qué es la Iglesia sino un conjunto de personas?. O es que a las personas que componen la Iglesia sí las amas y a los apóstatas no?. Ya sé que tú no has dicho eso, me lo pregunto yo, porque no sé bien cómo explicarme tu actitud, o si lo quieres de otra forma no consigo ver una congruencia entre el espíritu que supuestamente te mueve y las obras que realizas… Casos como el tuyo mueven al escándalo, y ya sabes lo que decía Jesús de los que escandalizan a los demás. Y casos de escándalo como estos perpetrados por personas de la Iglesia católica, son los que han movido a Carmen Charo a abandonarla. Comportándote así solo le reafirmas en su decisión, y seguro que piensa “qué bien que me ido”.

Te recuerdo para acabar Samuel, que Dios nos juzgará a todos, no solo a los que dejan la Iglesia católica o nunca han formado parte de ella. No solo eso, al que más se le da más se le pide. A ti también. Así que confío en que tengas el corazón lleno de cariño hacia tus semejantes cuando te llegue la hora., porque ese será el primer tema del examen (lo dijo Jesús…). No es tan difícil, solo hay que querer, inténtalo. Y si no quieres intentarlo me parece muy bien, pero por favor piérdete en otra Web y deja de escandalizarnos. Gracias.

Un saludo cariñoso para todos,

Isa Nath