YA NO SOY DEL OPUS,... Y SIGO EN LA IGLESIA.- Toti
Fecha Monday, 05 June 2006
Tema 040. Después de marcharse


¡Qué tal Orejas!;

Muchos de vosotros no os acordaréis de mí.

Yo soy aquel supernumerario, padre de muchos hijos, con ideas claras de lo que creía no funcionaba (ni funciona) en el Opus Dei, pero con remordimientos de conciencia para dar el paso definitivo de la separación con la institución, dada la presión familiar (madre, hermanos, sobrinos, etc,....). Pues bien, al fin el 19 de marzo no renové. Y os preguntaries, ¿cómo pues no nos lo ha dicho antes?. La verdad es que no lo sé. Quizás fuese como un sentimiento de culpa o remordimiento si lo ventilaba. Pero qué coño, después de este periodo de silencio os tengo que decir que me siento libre,..... libre,....... ¡¡¡¡¡¡¡LIBREEEEE!!!!!!!.

Posteriormente, y gracias a mi mujer que es "top-ten", he seguido rezando, pecando y vuelta a empezar, sin desanimarme, sin los agobios del cumplo y miento, y confesándome con el cura que me parecía bien.

Me han sorprendido gratamente escritos profundos y con buena doctrina cristiana; otros muy flojos ( n mi humilde opinión) como los que justifican la homosexualidad, ya que argumentan desde la sensiblería en vez de aportar argumentos extraidos del evangelio, y uno en especial que me dejó con la boca abierta, los ojos abiertos (sin parpadear) y la tez pálida. Me refiero al escrito de Carmen Charo.

Ciértamente, la experiencia de cada uno es la que determina en buena medida las decisiones del futuro, sobretodo si el sufrimiento padecido es intenso. Y además, las medidas emprendidas para que se repare (aunque sea en parte) el daño padecido, o remediar que no se repita en otras personas, pueden mermar la fuerza de nuestra alma, si no se acompañan de la ansiada aceptación por parte de la autoridad competente, para que sea ella (cuando menos) la que valore y tramite nuestras justas reclamaciones. Luego podrán tener un dictamen a nuestro gusto o no, pero al menos se debe tener el derecho a ser escuchados, ponderar nuestros argumentos y recibir las contrareplicas oportunas.

Hasta aquí bien. Peró lo que tengo que decirle a Carmen es lo mismo que hace poco le dije a mi hijo de 16 años:

" Hijo mío, la Iglesia es santa porque así Dios lo quiso. Eso no quiere decir que los que la componen lo sean. Quiso que perdurara hasta el fin de los tiempos, y piensa que en la historia de los últimos 2000 años ha habido épocas terribles donde la corrupción jerárquica y los Papas indignos eran la tónica. A pesar de ello, y gracias a que Dios ha estado detrás, el Magisterio de la Iglesia ha permanecido intacto. Esas épocas dieron grandes santos. Nuestro cometido no es abandonar el barco, si no ayudar a tripularlo con nuestra oración y sacrificios, a pesar de que las contradicciones nos hagan dudar y la soberbia nos pueda dominar en determinados momentos."

Carmen, por tus escritos se nota que eres una mujer culta y de carácter. La solución fácil es hacer el equipaje y largarse. No lo hagas, porfavor y quédate con nosotros para luchar para y por El.

Saludos

TOTI









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