Da Vinci hasta en la sopa.- Sandra
Fecha Monday, 29 May 2006
Tema 100. Aspectos sociológicos


LA VANGUARDIA (16-5-06)

Da Vinci hasta en la sopa

La película es un éxito comercial en varios sectores pese al juicio de los críticos

Los críticos la han definido como un fiasco. Pero desde el punto de vista económico es un éxito rotundo. Su negocio se extiende desde el turismo hasta la electrónica. El código Da Vinci es el mejor ejemplo de cómo son las películas del siglo XXI: un producto de marketing y de publicidad, además de un espectáculo audiovisual...



La película, además de batir récords en taquilla, ha generado ingresos en el turismo y en la literatura  

PIERGIORGIO M. SANDRI - 26/05/2006
BARCELONA

Hemos recibido reservas también de España. Incluso antes de que se estrenara la película. La gente tiene curiosidad", asegura Jason Doll Steinberg, director de marketing de la agencia British Tours. No estamos hablando de una ruta turística cualquiera, sino de un recorrido por Londres y los lugares descritos en la novela El código Da Vinci de Dan Brown, que se estrenó la pasada semana en las grandes pantallas de todo el mundo.

Así, los turistas podrán ver con sus propios ojos Temple Church, en Fleet Street, o la abadía de Westminster, donde el protagonista Robert Langdon (Tom Hanks) y Sophie Neveu (Audrey Tatou) protagonizan su rocambolesca búsqueda del secreto del Santo Grial. "El valor a largo plazo en términos de marketing del rodaje de una película de este tipo es casi incalculable, ya que llegará una manada de turistas para visitar los lugares donde han actuado sus celebridades preferidas. Y el mismo equipo de rodaje genera miles de euros con sus gastos en hoteles, tiendas y restaurantes", explicaba Therese Evans, consejera del Ayuntamiento de Winchester (Hampshire), cuando se supo que se iban a rodar en la catedral algunas escenas de la película.

El turismo cinematográfico es sólo uno de los efectos colaterales de la política de marketing y publicidad aplicada al cine, que se está convirtiendo en una mina de oro, no sólo para la industria audiovisual, sino por muchos de los sectores que giran a su alrededor.

"También hemos propuesto a nuestros clientes la misma fórmula de turismo en el Reino Unido en los lugares de Harry Potter y Sentido y sensibilidad y hemos tenido una buena acogida. Para la primera, en particular, hemos tenido mucha demanda de jóvenes españoles", indica Doll Steinberg. El fenómeno del cine turístico seduce también a los norteamericanos. "Ahora tenemos la posiblidad de encontrarnos con más reservas hacia el Viejo Continente de los estadounideneses , como reacción a películas de éxito como Misión: Imposible III y El código Da Vinci,que han sido rodadas en Europa", declaraba Sandra Hughes, vicepresidenta del American Automobile Club (AAA).

Eso sí, los fanáticos del Código no están obligados a cruzar el Atlántico para vivir la epópea de la novela de Dan Brown. En el portal EBay se pueden encontrar pulseras, un libro para la dieta (El código dietético de Da Vinci),además de toda una literatura sobre el género de los códigos, el Opus Dei y los templarios. "Estamos ante un negocio de marca de varios miles de millones de dólares", declaraba a The New York Times Dan Burnstein, autor de un libro sobre los misterios de la película.
Las cuentas, aparentemente, son redondas. Gracias a tanto ruido mediático, en un fin de semana la película ya ha logrado compensar en gran parte su faraónico presupuesto de 98 millones de euros, al que se tuvieron que añadir unos 59 millones más en marketing y distribución, una de las cifras más altas de la historia. Pese a la fría acogida de los críticos, El código Da Vinci ya cuenta con una recaudación de 176 millones de euros.

El mercado se está acostumbrando cada vez más a estos números. Con un coste promedio de producción de más de 39 millones de euros y costes de marketing de unos 19 millones, una película made in Hollywood hoy en día tiene que ingresar unos 78 millones sólo para alcanzar el equilibrio, según fuentes del sector, mientras el mercado cotiza a la baja. La asistencia en las salas de cine en EE. UU. bajó un 6% en el 2005 por tercer año consecutivo. En España, se perdieron más de 27 millones de espectadores y más de 111 millones de euros de recaudación.

Por ello, la industria del cine está obligada a encontrar una nueva manera de sobrevivir y de financiarse. Gracias a las licencias (Sony acaba de lanzar un videojuego sobre la película que ya apunta hacia el éxito), patrocinio (Eurostar y Ericsson aparecen como patrocinadores oficiales de la película) y contratos de merchandising, los ingresos se diversifican, se extienden a otros sectores y crecen.

Por no hablar del potencial del DVD. Según Edward Jay Epstein, autor del libro The big picture: the new logic of money and power in Hollywood,las ventas de DVD suponen actualmente la principal fuente de ingresos para la industria del cine. "En 1948, los ingresos procedían únicamente de la taquilla. En el 2005, sin embargo, la taquilla sólo representó el 15% y los DVD un 85%".

Digan lo que digan los críticos, El código Da Vinci puede ser el modelo de negocio del futuro para toda la industria del ocio. Ya lo sentenció el mismo Leonardo Da Vinci: "Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias".







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