Maestropiero y el Celtiberia show.- Antrax
Fecha Friday, 26 May 2006
Tema 100. Aspectos sociológicos


Estimado Maestropiero:

Me parece tan pintoresca y desenfocada su visión de España, que me veo obligado a puntualizar su estimada carta de 24 de mayo.

Efectivamente, el nacimiento y arraigo del Opus Dei tiene mucho que ver con este país de mis pecados, pero, salvo que uno crea en observaciones etno – raciales más bien dieciochescas o, como mucho, enraizadas en las sensacionales opiniones antropológico – anímicas de Lombroso, hay que asociarlo con la etapa de la dictadura franquista y la precedente y terrible Guerra Civil de 1936 – 39. No con una peculiar idiosincrasia del pueblo español, que no es ni más ni menos bárbaro que cualquier otro. La barbarie y hostilidad de los humanos se manifiesta, por desdicha, de polo a polo y se exterioriza en guerras y matanzas absurdas, que han emergido en sitios como Irak, a manos de la civilizada nación Norteamericana, en Argentina y Chile, durante sus feroces y sangrientas dictaduras extintas, en luchas raciales subsaharianas, o en la antigua y destrozada Yugoslavia… El respeto a la vida y la libertad de los demás sufre quiebras permanentes de carácter menos violento en el mundo que habitamos, y propinar (más que dar) lecciones de tolerancia y democracia a cualquier pueblo, así, a bocajarro, es considerablemente audaz y, desde luego, muy poco respetuoso. Le ruego que se sirva rectificar.

Con referencia al éxito del Opus Dei en la España franquista, opino que Monseñor Escrivá de Balaguer halló un extraordinario caldo de cultivo para su organización en un ambiente ultra – conservador, con un Estado ilegítimo que necesitaba a cualquier precio cobertura doctrinal para su dudosa y difícil legitimación. El llamado nacional – catolicismo se manifestó en el auge de numerosas organizaciones de variado matiz confesional, como confesional era el Estado impostor de la dictadura, al que, por cierto, la Iglesia Católica bendijo con extraordinario celo. En la segunda etapa del franquismo, cuando se hacía imprescindible una relativa modernización de las estructuras económicas, al General Franco le vino como anillo al dedo la élite intelectual libre de sospecha generada en torno a la figura de Escrivá, los llamados “tecnócratas”, momento en que la organización cobró un auge no conocido, cuyos destellos aún perduran, especialmente en el área de la derecha española. Existen, pues, razones políticas y económicas para el medro y arraigo del Opus Dei en España, que nada tiene que ver con la sarta de improperios quasi – racistas que usted apunta en su escrito.

Lamento extraordinariamente que a personas de su entorno el contacto con España no les haya sido particularmente agradable. Le aseguro que no se trata de un hecho corriente y que, de ordinario, bastantes nativos de todas las latitudes se encuentran aquí muy a sus anchas. Claro que, como decimos, “cada uno habla de la feria según le va en ella”.

Por último: ¿no le parece algo contradictorio predicar principios de libertad y democracia desde una descalificación a todo un pueblo, que vive, trabaja, padece y se divierte en un País, que, por cierto, no se llama “Spain”, sino España? Añado que por la instauración en ese mismo País de una democracia plena muchos de nosotros tuvimos que trabajar muy duramente durante años y, en ocasiones, con graves costes personales. Tenga la bondad de respetarnos.

Atentamente

Antrax









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