La primera visión nos encandiló a todos. A maestropiero.- Cooper
Fecha Wednesday, 24 May 2006
Tema 070. Costumbres y Praxis


Empiezo con una cita tuya.

 

'Existencialmente me confundiría, me pondría al margen de la ley, para seguir viviendo el mensaje verdadero del 2 de octubre: ser cristiano en medio del mundo, sin institucionalizaciones, sin tantas distracciones, sin enchufe posible, sin miedo al prójimo, esto es, la Caridad encendida bajo mi piel de cristiano. Que no me dejara indiferente ante el dolor. Dejar que Cristo se acerque a mi y seguir su camino.'

 

Es difícil , cuando una persona con vida interior que  escribe una carta con la que nos abre una ventanita de su intimidad, poder ver algo mas que la luz que sale de dentro. En cuanto a los detalles, se ven poco y además depende del ángulo que tenga el que mira y seguramente tus palabras escritas el 17 de mayo, me han llevado por caminos que tu ni siquiera pensabas.

 

Pero ya que voy por esos caminos, te los contaré.

 

A mi me gusta ese resumen que haces “ser cristiano en medio del mundo, sin institucionalizaciones, sin tantas distracciones, sin enchufe posible, sin miedo al prójimo, esto es, la Caridad encendida bajo mi piel de cristiano. Que no me dejara indiferente ante el dolor. Dejar que Cristo se acerque a mi y seguir su camino”

 

Creo que en ese resumen está nuestra primera visión, la que nos encandiló a muchos.

 

Ahora, ¿no piensas que esa visión se llenó de cosas irrelevantes, de regulación infinita y que desde luego lo de “ser cristiano en medio del mundo” se volvió un futurible para mas tarde, porque de “dentro del mundo” había poco  y de cristiano lo que nos dejaba las necesidades de la Institución y el Titulo?

 

A mi me enseñaron un horizonte y me dieron un cayado para ayudarme a llegar, pero poco a poco el cayado cogió vida propia y empezó a decirme todo lo que tenía que hacer. Y cuando digo todo , quiero decir todo. Como comer. como pensar , que leer , como rezar, como dormir, como hablar con mis amigos, con que criterio dejarlos, cuando podía ayudar a alguien, cuando no, como hablar con mis padres. que estudios convenía que hiciera etc,etc.

 

En fin, chico, yo al final me harté del cayado y lo tiré como pude, porque de tanto estar juntos el cayado sabía mucho sobre mi y me las hizo pasar muy mal, pero al fin alli se quedó.

 

Ahora veo, mirando hacia atrás sin ira, que el cayado se pasó muchos pueblos. Que si su uso era ayudarme a llegar a un horizonte, le debieron alterar el programa en seguida, y lo que quería era un instrumento mas para actividades que estaban mucho mas cerca: proselitismo, influencia, prestigio, dinero, mas dinero, poder, mas dinero. Te decían que eran las necesidades del momento, pero esas necesidades aumentaban , el momento se eternizaba y el horizonte se perdía de vista con tanta acción.

 

¿Y yo que pensaba yo mientras tanto? Pues hasta que me llegó la lucidez, poca cosa. Si apenas tenía tiempo. Entre las normas, las actividades apostólicas, el trabajo y el evitar las tentaciones, me acostaba derrengado.

 

Un día llegué a la conclusión de que ese no era yo, mi mundo no era el mundo y de que el horizonte que me había movido al principio, apenas lo veía y que además de tanto proponerme objetivos imposibles, me estaba frustrando como persona.

 

El cayado, en esas, mis cosas, no me ayudaba, básicamente me ocupaba el tiempo y me recomendaba no pensar y si, algunas veces se volvía látigo.

 

Mi opinión es que me instrumentalizaron y se olvidaron de mi.

 

Claro que "ca' uno e' ca' uno", como decía El Gallo y es difícil cerrar los ojos, una vez que los has abierto, y el día que pillas una contradicción, estas a punto de pillar 100 y a partir de ahí ya no se puede seguir.

 

No sé. Yo en tus líneas, he visto una mirada de viejo explorador que ha cruzado 20 ríos desconocidos y que sabe que su vida será cruzar mas todavía.

 

¿Es eso lo que quieres hacer? De acuerdo que los demás hacemos cosas por el estilo, pero siendo así. ¿Hay que dejar la libertad en el camino?¿ O solo hay que seguirlo?

 

Yo la verdad considero una barbaridad el tiempo empleado en el Marquesado de Peralta, en la prelatura domestica, en los mercedes, en las piedras preciosas de Roma y en Torreciudad y si me apuras, visto el resultado, en la prelatura de curas y seminaristas que se ha montado.

 

Y me pregunto si las distintas necesidades que tanto nos distraían han valido la pena.Y si la respuesta es sí, ¿para quien?

 

Con cariño

Cooper

 









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